Washington, (EFE).- Los obesos corren mayor peligro de sufrir un cáncer agresivo de próstata y una recaída tras ser operados, comparados con quienes tienen un peso normal, según dos estudios publicados en la revista Journal of Clinical Oncology.
"La influencia de la obesidad en el cáncer de próstata no está clara todavía, pero al parecer induce el desarrollo de tumores más agresivos", indicó Christopher Amling, del Departamento de Urología del Centro Médico de San Diego (California) y autor de uno de los estudios.
En general, en Estados Unidos se considera obesa a una persona cuyo peso es de 30 kilogramos por encima de la media.
Por otra parte, el cáncer de próstata causa la muerte de unos 200.000 hombres al año, según cifras de la Organización Mundial de la Salud.
Ambos estudios examinaron la relación que existe entre el peso excesivo y los casos de cáncer en los que se había procedido a una prostatectomía, o extirpación quirúrgica de dicho órgano.
Tanto el estudio del doctor Aimling, como el encabezado por el doctor Stephen Freedland, de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, coincidieron en la relación que existe entre la agresividad del cáncer de próstata y la obesidad.
También establecieron que el mal, por razones que aún se desconocen, afecta en mayor medida a los negros que a los blancos en una razón de 27 contra 18 por ciento en un estudio y 31 por ciento contra 21, en el otro.
Según ambos facultativos, las proteínas y hormonas almacenadas en el tejido graso, como la leptina y el factor 1 de crecimiento, posiblemente promueven el crecimiento de los tumores en los hombres obesos.
Por otra parte, es típico que las personas con sobrepeso tengan niveles inferiores de testosterona y de estrógeno, lo cual podría alentar el crecimiento del cáncer.
En un artículo editorial que acompaña a los dos informes, el doctor Alfred Neugut, profesor de Medicina y Epidemiología y jefe de la Unidad de Prevención del Cáncer de la Universidad de Columbia, señaló que es recomendable modificar los factores de riesgo de la enfermedad.
"En vista de la creciente incidencia de obesidad en todo el mundo, es importante identificarla como factor de riesgo en el cáncer agresivo de próstata", señaló.
"Será importante investigar si la pérdida de peso y otros cambios en el estilo de vida pueden mejorar el pronóstico médico de aquellos a quienes ya se ha diagnosticado el cáncer de próstata", agregó.
