No hay restricción en la venta ni el consumo en la vía pública.
EL SIGLO DE TORREÓN
MATAMOROS, COAH.- A plena luz del día y en la vía pública, algunos ciudadanos de este municipio aprovechan la venta clandestina que ejercen en casas particulares y expendios de la ciudad, para beber cerveza sin la restricción de alguna autoridad.
Mediante un recorrido efectuado por El Siglo de Torreón, se pudo observar que en la colonia Galeme, existe uno de los negocios que más cerveza vende los domingos aun cuando la Ley no lo permite.
En la calle Donato Guerra, entre la Niños Héroes y Pabellón, cerca de la secundaria número dos, se encuentra una finca particular con el número 75, en la que desde temprana hora comienzan a vender cerveza en envases conocidos como “caguamas”.
Al lugar mencionado, acuden decenas de personas a partir de las nueve o diez de la mañana, hasta la noche. Allí no se discrimina a nadie, mientras consuman se atiende por igual a gente que llega en automóviles de reciente modelo, como a la que arriba en bicicletas o a pie.
“Pues nosotros no queremos decir nada porque no nos daña en nada, lo que sí nos preocupa es que los policías reciben su “moche” todos los domingos y dejan vender a esas personas durante todo el día, porque tienen muchos clientes”.
La cuota se desconoce, lo cierto es que el negocio permanece e incrementa sus ventas, clientes y proveedores. Cerca del mediodía, llega un camión de una empresa hielera, para abastecer del elemento a los vendedores. Son cerca de tres barras, cada una de ellas tiene un precio comercial de entre 70 y noventa pesos aproximadamente.
Esa cantidad de hielo puede enfriar poco más de siete u ocho hieleras, cada una de éstas puede contener cerca de seis o siete cartones de “caguamas”. El precio estimado por cerveza en días de Ley seca, oscila entre los quince y 20 pesos.
Los “moches” varían según el estatus de los agentes. Cuando la unidad de policía llega al lugar se detiene frente a él. El copiloto desciende o permanece en la camioneta. Los encargados del negocio se acercan y saludan a los agentes.
La corrupción está hecha. Antes de salir de la casa o expendio, la persona que trabaja en el negocio, envuelve el billete de manera que éste no sea perceptible por la gente. Ésta práctica tiene años y pocos la desconocen. “siempre es así como le digo, comenta un habitante del sector quien prefirió omitir su nombre”.
Los policías comunes pueden recibir entre 30 y cincuenta pesos, mientras que los oficiales de zona, llegan a percibir entre 100 y 150 pesos. Los datos pueden no ser precisos, pero la diferencia de cargos, sí determina la cantidad asignada.
Fueron dos horas las que personal de El Siglo de Torreón permaneció cerca del lugar referido para poder obtener imágenes de la corrupción, sin embargo, en ese tiempo, de los policías ni sus luces. “No le hace que no les tome foto, al cabo todo mundo sabe que sí es cierto lo del ‘moche’ ”.
A TOMAR...
Algunos ciudadanos no les importa que los domingos se prohíba la venta de cerveza, pues consumen lo que otros ilegalmente venden.
*Las personas se reúnen a las afueras de sus casas para comer y beber cerveza.
*Algunos van en bicicletas con los envases en las mochilas y otros lo hacen a pie o en automóvil.
*La gente que vive en los alrededores de los negocios clandestinos, se ha acostumbrado a ver cada domingo estos sucesos.
*Vecinos señalan la corrupción que existe entre los vendedores y los policías que reciben su “moche”.
*Algunas amas de casa preferirían que desaparecieran estos negocios, mientras que a los hombres no les inquieta la posibilidad de que así suceda.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón