Asume director de Inspección, Verificación y Control Reglamentario que es un reto eliminar el problema
Torreón, Coah.- Las autoridades están siendo engañadas por los dueños de antros como La Ciudad que sistemáticamente les da por violar el Reglamento de Alcoholes al cerrar las puertas del negocio y en su interior continuar con la venta de bebidas embriagantes, manifestó Manuel Acuña Cepeda, titular de la Dirección de Inspección, Verificación y Control Reglamentario.
“Pese a aceptar que no volverá a incurrir en esa práctica ilícita, de manera sistemática lo sigue haciendo, alardeando de contar con múltiples influencias que lo apoyarán tan sólo se los pida”, agregó.
Por desgracia, dijo, La Ciudad, ubicado en Paseo de la Rosita No. 506 de la colonia Campestre La Rosita, donde la mañana del domingo anterior elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), sorprendieron a poco más de 20 parroquianos consumiendo bebidas embriagantes en su interior, no es el único, pues a lo largo de más de un año de la presente administración, se han detectado más casos de infractores.
Sin embargo, contrario a la actitud asumida por el dueño del negocio en mención, otros sí se han acercado con la autoridad para tratar de dirimir su situación y sobre todo “entrar al aro”, con el propósito de no seguir incurriendo más en violaciones al Reglamento de Alcoholes.
La Ciudad, específicamente, cuenta con un largo historial de infracciones, puesto que la hora del cierre es a las dos de la madrugada, pero ahí lo hacen hasta las cinco o seis de la mañana, e incluso pueden seguir hasta el mediodía de otro día, tal y como sucedió el pasado domingo, explicó el titular de Control Reglamentario.
Otro ejemplo de lo anterior es el propietario del antro denominado ¡Ay Nanita!, quien incluso le ganó algunos procesos al Tribunal de Justicia Municipal (TJM), pero finalmente se ajustó al Reglamento y en lo sucesivo ya no se le han encontrado elementos para notificarle.
Medidas drásticas
Cuestionado por El Siglo de Torreón sobre las acciones que se tomarán para terminar con esta irregularidad, Acuña Cepeda respondió que la actitud asumida por La Ciudad y demás antros, representa un reto para la autoridad, “que tiene todas las de ganar pues los infractores son ellos”.
Agregó que “a todos los reincidentes se les tiene en la mira, puesto que en forma frecuente incurren en violaciones tratando de engañarnos con el hecho de cerrar las puertas a la hora establecida (dos de la mañana), pero en su interior, continúa el servicio y la venta de bebidas etílicas”.
“Las indicaciones expresas que tiene los inspectores a mi cargo es que continúan haciendo visitas a los negocios que sistemáticamente transgreden el Reglamento a fin de continuar notificándolos y en su momento serán las autoridades competentes las que determinen alguna otra sanción que pudiera ser más drástica”, dijo.
Los que deciden
Es el Tribunal de Justicia Municipal y en su caso la Tesorería, las instancias que determinan las sanciones a aplicar a los negocios donde se viola el Reglamento de Alcoholes, informó Manuel Acuña Cepeda, director de Inspección, Verificación y Control Reglamentario.
“La dirección a mi cargo está encargada de vigilar que se cumpla con la Ley en cuestión y no de aplicar sanciones”, aclaró.
Las dependencias mencionadas deben, en su momento, decidir lo que se hará con las licencias de antros que con frecuencian infringen el Reglamento vigente, dijo Acuña Cepeda.
REINCIDENTES
Aunque existe un gran número de negocios dedicados a la venta de bebidas embriagantes, no todos infringen el Reglamento de Alcoholes, sólo algunos, como los siguientes:
*La Ciudad. Cuenta con 11 actas, además de cinco procesos pendientes.
*¡Ay Nanita!. Igual número de notificaciones que el anterior. Sus procesos resueltos.
*Las Trancas. Otro de los infractores reincidentes. El bar se consumió en un incendio.
*Piedras Negras. Ubicado en el sector Alianza, incurre en frecuentes violaciones.
*El Casino. Se muestran renuentes a cumplir con el Reglamento.
FUENTE: Dirección de Inspección, Verificación y Control Reglamentario.
