El problema se presenta en tres tipos: físico, emocional y sexual.
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- La violencia intrafamiliar ataca principalmente a las mujeres, quienes al permanecer expuestas demasiado tiempo a esta problemática, pueden enfrentar serios padecimientos de enfermedades crónicas, adicciones o suicidios.
Silvia Esther Duarte Rangel, doctora de la Procuraduría Municipal de la Atención y Defensa de la Mujer, califica a la violencia en el hogar como un problema de salud pública que se manifiesta en tres tipos: la física, la emocional y la sexual, de esta última con pocos datos concretos.
Un informe elaborado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), revela que las mujeres víctimas de la violencia corren mayor riesgo de sufrir enfermedades crónicas, problemas de salud reproductiva o debido a los efectos sobre la salud de quienes han estado expuestas por tiempo prolongado a maltrato físico o sicológico.
“El mayor porcentaje en los padecimientos está en mujeres que viven situaciones de violencia emocional muy seria. No se queda atrás la agresión física, pero no es el grueso de nuestra atención. Sólo 20 por ciento de los casos de ataques físicos presentan secuelas leves o severas”, indica Silvia Duarte.
En sus tres años de experiencia en el departamento médico de la oficina municipal, la doctora Durante sostiene que, por agresiones físicas, acuden mujeres de los 15 a los 60 años, con una frecuencia mayor en mujeres de 30 a 40 años.
“Los casos de violencia emocional tienen un rango mayor en las mujeres de 25 a 45 años. La mayoría de las mujeres, un 90 por ciento, vive en matrimonio o unión libre”, señala Silvia Esther.
Las mismas investigaciones realizadas por la OPS estiman que entre diez 50 por ciento de las mujeres en todo el mundo ha sufrido en algún momento de su vida, un tipo de agresión física de su pareja.
“La violencia intrafamiliar es un problema de salud pública crónico que en los últimos tiempos se le ha dado mucha importancia acertadamente. Es una problemática que tiene abarrotados los hospitales, la consulta externa de primer nivel, sobre enfermedades crónico degenerativas, como la diabetes, problemas en la piel, la tiroides, gastrointestinales y muchos más”.
Recientes estudios revelan que los efectos de la violencia hacia las mujeres pueden generar un incremento en trastornos como síndromes dolorosos, obesidad severa y alteraciones funcionales, además de que están más expuestas a los efectos del estrés postraumático, depresión, angustia, fobias, trastornos de la alimentación, disfunción sexual y escasa autoestima.
Peligros latentes
El riesgo en la salud que enfrentan las mujeres víctimas de la violencia se puede prologar. “Las enfermedades crónico degenerativas no se eliminan, sólo se controlan. “El problema más serio es agravado por la falta de atención”.
Detallando los riesgos, la doctora Durante describe: “Empiezan con diabetes, que evoluciona con problemas de vías urinarias, sed extrema, baja de peso relativo; a medida que pasa el tiempo esos padecimientos repercuten en insuficiencia renal crónica o vascular periférica. Hemos visto a mujeres con amputaciones de algunos de sus miembros o que pierden la vista”.
Por otro lado existen los padecimientos presentes en las mujeres que sufren maltrato y pueden incurrir en la preferencia por diferentes tipos de conductas nocivas para la salud como el tabaquismo, abuso del alcohol y drogas, actividad sexual riesgosa, entre otros.
Atención integral
También se debe atender la salud mental. “La atención debe ser integral, al ser detectada la violencia física y emocional se canaliza a la mujer y se le dan alternativas de solución”, informa Silvia Esther Duarte Rangel, doctora de la Procuraduría Municipal para la Atención y Defensa de la Mujer, en Gómez Palacio.
La doctora reconoce que el mayor campo de acción en la Procuraduría se basa en la atención a las mujeres que enfrentan violencia emocional. “Sí se pueden atender aquí adelante, y si no se les da un escrito para que reciban atención especializada en otra institución de salud”.
Los números de la dependencia municipal señalan que cada vez son más las mujeres que buscan apoyo. “Hay que romper el silencio. Acudir a las instalaciones, donde se brinda una atención de calidad y confidencialmente”, dice por último la doctora Durante, quien es especialista en la atención de las mujeres sobre la medicina preventiva.