Entrenando al cerebro
Cuando volvemos a la historia y leemos lo que escribieron los filósofos, nos sorprende saber que los grandes filósofos no sabían nada con respecto al cerebro.
Aristóteles, creía que el cerebro era una especie de sistema de refrigeración para el corazón; no fue sino hasta la época de Hipócrates, el padre de la medicina, en su libro La Enfermedad Sagrada que empezamos a darnos cuenta que el cerebro tenía algo que ver con el comportamiento, los sirios creían que el hígado era el centro de nuestra alma. Hoy en día reconocemos que Aristóteles y los sirios estaban equivocados, el cerebro es el órgano que piensa y que permite que nuestros cuerpos funcionen; sin embargo todavía ignoramos mucho con respecto al cerebro y algunos investigadores la consideran la última frontera desconocida.
Parece que podemos vivir o reemplazar muchos de nuestros órganos pero éste no es el caso del cerebro; yo soy mi cerebro, mis ideas, mis experiencias, mis recuerdos, y sin embargo físicamente mi cerebro se parece al tuyo, y al de todo el mundo una masa blanda y gris que pesa alrededor de kilo y medio, y que contiene alrededor de un trillón de células.
¿Cómo funciona el cerebro?
Para explicar esto los investigadores se hacen otras preguntas, por ejemplo ¿cómo difieren las dos partes del cerebro la izquierda y la derecha? ¿Tiene nuestro cerebro más capacidad de aprender en determinadas etapas de nuestra vida? ¿Será diferente el cerebro de un niño al de una niña? ¿Qué podemos aprender a través del estudio del cerebro humano? ¿Qué podemos aprender de los seres inferiores como los changos?
El chango emite sonidos de aislamiento (de alerta), de nerviosismo. Pero hasta los adultos emiten estos mismos sonidos en circunstancias de alerta o peligro.
Independientemente como funcione el cerebro, la hipnosis clínica es lo más aceptado para procesos depresivos y stress que va directamente a todas las partes del cerebro que permite actuar de forma positiva.