AÑO NUEVO
Por Moisés Rodríguez Escobedo
El señor presidente, en su mensaje de Año Nuevo, solemne, promete:
-"Redoblaré esfuerzos en el combate a la pobreza".
Y sesenta millones de pobres que aún no se reponen del susto que les produjo la intención del gabinete económico de aplicar el IVA a medicinas y alimentos so pretexto de recaudar fondos para combatir la pobreza, al unísono, protestan:
-"Ya no me defiendas, compadre ".
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¿Qué me regalaré esta Navidad? Eso pensaba mientras contaba y recontaba mis veinte pesos. Una fuerza misteriosa guió mis pasos hacia la plaza principal hasta quedar parado a un lado del kiosco, dirigí mi vista hacia el norte donde vi una muchedumbre que se aglomeraba en un local comercial, intrigado me acerqué y supe que estaban comprando discos compactos “piratas”.
Entre cientos de discos de La Academia, corridos de narcotráfico y bandas sinaloenses, encontré dos joyas musicales de mi época: Los Rolling Stones y Santana.
Porque han de saber sus mercedes que para mí, después de Jimi Hendrix está Santana y después de los Beatles, los Rolling Stones.
Me sentí un tipo con suerte al darme cuenta que el disco de Santana traía los éxitos, Oye cómo va, Mujer de magia negra y Europa y en el de los Rolling Stones, Píntalo de negro, Azúcar morena y Satisfacción.
Pagué los dos discos con cuatro monedas de cinco pesos y regresé feliz al Galeme con mi inesperado, atractivo y económico regalo de Navidad.
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Ha aparecido un profeta en Matamoros.
Que se pongan a temblar los incrédulos, los burlones, los violentos, los hipócritas y los avaros porque el profeta los anotará en su lista. El profeta informa a Dios de quienes obran con maldad para que reciban el castigo divino.
El profeta hace uso de una rústica metáfora para explicar su misión:
-“El soplón de la PGR se limita a señalar los delincuentes y la PGR los encarcela, yo sólo soy un soplón de Dios, él es el que castiga”.
Muchas de las personas que el profeta trae anotadas en su lista han fallecido, y como el miedo no anda en burro, los sobrevivientes tratan de sobornar al profeta para que borre sus nombres de la macabra lista.
Termino de entrevistar al profeta y le pido su nombre, él me dice “ponle nomás que soy Jesús”. ¿Jesús qué?, le pregunto. “Jesús el salvador”, me contesta. Si no me dices tu nombre completo, lo amenazo, no saldrá publicada la entrevista.
El profeta se queda un instante pensativo y luego me dice:
-“Está bien ponle que el profeta es Jesús Jiménez”
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Mi blanquiazul vecino, el güero Marín, seguro candidato panista en las todavía lejanas elecciones municipales de 2005, para distraer su mente y no pensar en el ajetreo que le espera en su campaña política, ha puesto su particular changarro en el ramo de abarrotes, allá por el rumbo de los arenales del indio.
Aunque él tercamente lo niegue, sospecho que los fondos para instalar la tienda de abarrotes del güero Marín salieron de Los Pinos.
De cualquier manera, bienvenido sea al modesto y carcelario mundo de los changarreros.
