ATENAS, GRECIA.- La autoridad competitiva que pretende prolongar la selección de Brasil hasta el final de los Juegos estuvo amenazada a las primeras de cambio, en el envite ante Australia, que tuteó al campeón del mundo en la jornada de apertura de Atenas 2004, de la que el último oro olímpico Serbia Montenegro salió mal parada y Argentina, de vuelta a un gran torneo, se dejó notar.
El exitoso camino que atraviesa el cuadro brasileño, intratable en el último año, poseedor de todos los eventos en disputa y que ya suma 34 encuentros invicto, encontró una advertencia inesperada en el arranque olímpico. Australia, casi marginada del protagonismo internacional, amenazó la tranquilidad sudamericana.
El cuadro oceánico ganó el primer set y tuvo cerca el segundo. Bernardo Rezende “Bernardinho”, técnico de Brasil, tuvo que frenar la dinámica del duelo, tirar de experiencia y estimular a sus hombres para evitar un revés al margen de los cálculos. El reencuentro con el saque, excepcional desde ese momento, apagó la amenaza de la sorpresa y Brasil ganó su partido (3-1).
La sesión inicial del torneo masculino ya estuvo marcado por lo inesperado. En el primer encuentro, la vigente campeona olímpica caía con estrépito frente a Polonia (3-0). El auge de este combinado es evidente, pero sus mejores tiempos quedaron atascados en la década de los setentas, cuando consiguió un título mundial y otro olímpico (1974 y 1076). Después fue un mero comparsa.
Pero el equipo balcánico paga ya el peaje de una generación talentosa pero angosta. Plagada de veteranos y sin recambio generacional que parece haber llegado a Atenas con las fuerzas justas. Esa fue la sensación en el duelo de apertura.
El reencuentro de Argentina con la élite del voleibol fue una de las buenas nuevas de la sesión. Con cuentas pendientes que saldar -la vuelta a la alta competición después de dos años y el particular con Francia, que le apeó de "su" mundial- el equipo sudamericano ventiló por la vía rápida (3-0) la cita con el cuadro galo, tercero del mundo y segundo en la última Copa del Mundo.
Argentina se reencontró consigo misma y disparó sus expectativas en el torneo, donde todavía le esperan compromisos notables para perfilar su clasificación. Entre ellos, algunos al alcance, como Túnez y Grecia, enfrentados en la primera jornada y con el conjunto local y debutante como vencedor (3-0).
Italia y Estados Unidos clausuraron la primera sesión olímpica con un encuentro equilibrado. El conjunto transalpino, con enorme sufrimiento, recibió la primera buena noticia de Atenas 2004 (3-1).
