ROMPIENDO TACKLEADAS, ROMPIO EL RECORD...
Walter ?Sweetness? Payton tuvo el siete de octubre de 1984 un día de gloria, fue uno de muchos, en realidad, un corredor de tales condiciones no podía limitar su vida al día que quebró por completo el récord de yardas por tierra en la NFL. La liga ha cambiado y ahora Emmitt Smith le hizo la travesura que él practicó con Jim Brown hace un par de décadas.
Un día un periodista lo comparó con una columna de concreto, por su fortaleza y la resistencia que tenía para los golpes; se necesitaba más que un intento de tackleada para poder derribarlo.
Él podía absorber una cantidad impresionante de golpes, nada lo detenía, él simplemente veía adelante y eso sí, nunca dejaba de mover las piernas, un par de pistones que propulsaban a un toro con casco.
Pocos con la versatilidad de Walter, igual corría 45 yardas, que regresaba una patada 70 o quizás atrapaba un pase de 60, uno de los más completos corredores, acompañado de su número 34, de su casco y su barra de dos líneas, además del elegante uniforme de los Osos de Chicago, dejó guardada una imagen en los libros de historia.
Fue el clásico jugador, se ganó el apodo de ?Sweetness? por su agilidad en el campo y su disposición para jugar.
Mike Ditka, quien fue su coach mucho tiempo con los Bears, un día dijo: ?Cuando Dios dice: ?hazme a un corredor rápido o un corredor de poder?, él tendría que decir Gale Sayers o Jim Brown. Cuando Dios dice: ?Voy a construir al mejor jugador de futbol americano?, ahí están dos nombres, Jim Thorpe y Walter Payton?.
Al inicio de la temporada 1984, Payton se había propuesto a él mismo alcanzar la legendaria marca de Jim Brown en la NFL, el récord de 12,312 yardas por carrera, acumuladas durante nueve temporadas con los Cafés de Cleveland.
Payton, recientemente había sido operado vía artroscopía de sus dos rodillas, a eso él le llamó: ?su chequeo de las 11,000 yardas?. Nunca hubo algo que lo mantuviera lejos del terreno de juego.
Cuando iniciaba la temporada, los Osos jugaron ante los Vaqueros de Dallas, él necesitaba de 222 yardas para sobrepasar la marca; Walter corrió para 130 en la primera mitad, luego los Osos fueron sometidos y en el segundo tiempo sólo tuvo cinco acarreos para 25 yardas, quedando a 67 del récord.
El siguiente rival, Santos de Nueva Orleáns, tenían serias razones para recordar a Payton, en su último choque les había corrido para 161 yardas en 28 carreras, además atrapó dos pases de touchdown y anotó una más vía terrestre, prácticamente les jugó el dedo.
Era el siete de octubre de 1984, un día frío y gris en la ciudad de Chicago, misma que estaba enloquecida por el playoff de las grandes ligas, los Cachorros jugaban ante los Padres de San Diego.
Antes de finalizar la primera mitad del juego, Walter corrió para anotar y poner a los Bears 13 por 7 adelante en la pizarra. En la segunda jugada del segundo tiempo, el mariscal de campo, Jim McMahon mandó una jugada retardada en movimiento y en pitch para Payton que fue custodiado por cuatro hombres de línea que hicieron el bloqueo.
En eso la voz de Joe McConnell, el anunciador oficial, dijo: ?Segunda jugada del segundo tiempo; en la yarda 21 Walter necesita dos para romper el récord?.
Motivado por la tribuna que colmó el Soldier Field, en esa jugada para la historia, McKinna salió en movimiento a la izquierda, McMahon sacó la jugada y rápido pasó lateralmente a Walter que tomó velocidad y viendo el récord en las yardas que consumía, eludió las tackleadas y fue derribado por Jim Kovach seis yardas delante de la línea de golpeo, se cumplió, en ese momento se convirtió en el máximo en devorar yardas en la NFL, fue precisamente Kovach quien lo levantó estrechándole la mano y compartiendo la felicidad como lo hicieron coequiperos y rivales. Sin importar nada, los fotógrafos y camarógrafos irrumpieron en el campo, detallaron aquel momento para la posteridad.
Aquel juego terminó en victoria de los Osos, 20 por 7, Payton finalizó con 154 yardas para quitarle también ese día otro récord al buen Brown, llegó a 59 juegos de 100 yardas o más.
En el vestuario, Walter recibió la llamada del presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan se unió a las miles de felicitaciones. Su equipo le dio un bono de 100 mil dólares, además de un coche Lamborghini de 125 mil dólares.
Para la siguiente temporada, 1985?86, el equipo de Chicago fue prácticamente invencible, así llegaron hasta el Super Bowl XX, donde derrotaron 46 a 10 a los Patriotas de Nueva Inglaterra; Payton por fin se midió un anillo de campeón.
A lo largo de su carrera Sweetness ganó muchos reconocimientos como ser el Jugador Más Valioso de la liga; se retiró tras 13 temporadas en acción y con un récord de 16,726 yardas ganadas, además de la marca de más yardas en un solo juego con 275. Para noviembre de 1999, repentinamente y por una complicación la muerte encontró a Walter Payton.
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