CACHÚN, CACHÚN, RA RA... GOYA... UNIVERSIDAD
Una cosa muy en común han tenido los cuatro títulos que los Pumas universitarios han conseguido en el profesionalismo del futbol mexicano; en realidad, han sido varias coincidencias: buenos jugadores, juventud, refuerzos de calidad, un técnico con mucho amor a la playera y sobre todo una conexión única con su tribuna.
Apenas la UNAM conquistó su cuarta estrella, pero antes hubo tres campeonatos conquistados con un tesón particular, con el sello de los universitarios y con el pundonor de la institución estudiantil que marca rumbo en el país.
Fue la temporada 1976–77 cuando se rindió justicia, luego de quince años de habitar la primera división y tras haber terminado en el liderato general, los Pumas pasaron sin mucho pesar la liguilla, para llegar así a la gran final, misma que pondría por primera vez con el cetro a un equipo universitario.
El rival era la Universidad de Guadalajara, quienes fueron locales en el Jalisco en la ida; aquel juego concluyó con un empate sin goles, dando señas de lo parejo de la confrontación. La vuelta se tuvo que jugar en el Estadio Azteca, por la huelga que mantenían los trabajadores de la UNAM, el partido parecía una calca del primero, muy trabado en medio campo, iguales oportunidades en el ataque y las clásicas marcas pesadas que amedrentaban a más de tres.
Corriendo el minuto 78 y Leonardo Cuéllar con su frondosa cabellera, conducía por derecha, ahí sacó un pase profundo que Spencer Coelho sólo continuó a la llegada del salvaje Evanivaldo Castro “Cabinho”, quien sacó metralla y tendiendo la pierna derecha con fiereza sobre el balón, la envió a descansar entre las piolas para el único gol de aquella final.
Más tarde el mismo Cabinho dijo: “Este gol lo cambio por todos los que logré en el campeonato”, recordando que había obtenido el título de goleo.
El húngaro Jorge Marik como técnico dio su primer título a los Pumas alineando aquella tarde con: Enrique Vázquez del Mercado; Genaro Bermúdez, Arturo Vázquez Ayala, Héctor Sanabria, Jesús Iturralde; José Luis “Pareja” López, Spencer Coelho, Leonardo Cuéllar, Juan José Muñante; Cabinho y Cándido. Además ingresaron en cambio Jorge Vergara y Hugo Sánchez.
De aquella alineación sólo “Pareja” López y Hugo Sánchez repitieron cuatro años más tarde en que obtuvieron su segundo título, sin embargo era la cuarta final en cinco años, sólo que luego de aquel primer título perdieron dos consecutivos, ante Tigres y Cruz Azul; fue precisamente a La Máquina a los que se toparon en la campaña 1980–81, había sido otro gran año para los felinos que con Bora Milutinovic en el timón trataban de vengar lo de dos años atrás ante los pupilos del viejo “Nacho” Trelles.
La ida se jugó en el Azteca, casa del Cruz Azul, ahí Adrián Camacho dio la ventaja a los locales, fue un duelo cerrado que dejaba la historia sin rúbrica. El juego final se disputó el nueve de agosto al mediodía, con la entrega total de la afición Pumas alineó con Olaf Heredia en la portería, Rafael Amador, Jorge Paolino, Gustavo Vargas y Pablo Luna en la línea defensiva, con José Luis “Pareja” López, Enrique López Zarza, Manuel Manzo y Manuel Negrete en el medio campo y de atacantes el brasileño Ricardo Ferreti y Hugo Sánchez, además ingresaron Mauricio Peña y Luis Flores.
Por cierto, era el último partido de Hugo con los universitarios, era el tiempo de despedirse para enfundarse el uniforme de los colchoneros del Atlético de Madrid en España.
El juego tomó el rumbo definitivo en la primera media hora cuando Hugo Sánchez tomó un pase por derecha y de cabeza entrando al área remató para el primero, luego “Tuca” Ferreti anotó uno más y el tercero fue de Manuel Manzo en pase perfecto a la red; por Cruz Azul antes del descanso Rafael Toribio puso emoción al encuentro con el 3 por 2 del global, pero Enrique López Zarza que había dado los dos pases para las dos primeras anotaciones selló la victoria.
En 1990–91 llegó el tercer campeonato, una vez más se topaban en la final los Pumas y el América, las Águilas ya se habían coronado en 1985 y 1988, por supuesto la inseguridad ante eso crecía, pero la rencilla entre ambos llevó a los estadios el total de los aficionados; la ida fue en el Azteca y Luis García rápido, al minuto uno adelantó a los felinos, pero en siete minutos América dio la vuelta y ya ganaba 3 por 1 con anotaciones de Toninho, Gonzalo Farfán y Antonio Carlos Santos de los minutos 11 al 18. De nuevo arrancó el encuentro en el complemento y tras un minuto ahora fue David Patiño quien anotó por los universitarios.
Para el sábado 22 de junio en el Olímpico Universitario, apenas se habían gastado siete minutos cuando Jesús Eduardo Córdova cometió falta cinco metros fuera del área sobre Ricardo “Tuca” Ferreti, quien tomó el balón y tras acomodarla le pegó con un odio feroz para incrustarla en la portería que Adrián Chávez defendía.
Cuando el tiempo expiraba Alejandro Domínguez remató un servicio de Edu que Jorge Campos atajó de manera milagrosa y los Pumas se salvaron, aquellos felinos que formaron con Jorge Campos, Claudio Suárez, Abraham Nava, Juan de Dios Ramírez Perales, Roberto Medina, Miguel España, Ricardo Ferreti, Juan Carlos Vera, Alberto García Aspe, Luis García y David Patiño.
Luego de 13 años de espera, un domingo 13 de junio de 2004, los Pumas de la UNAM consiguieron el tan extrañado cuarto título de su lustrosa historia entre azul y oro.
vozdeportiva@yahoo.com.mx
