Una mujer y tres menores de edad estuvieron a punto de perder la vida, luego que por el exceso de velocidad el vehículo quedó fuera de control, para precipitarse al fondo de un barranco, resultando sólo con golpes y abrasiones en todo el cuerpo, que pudieran no ser de gravedad.
El 30 de octubre por la tarde, Guadalupe Gandarilla Guerrero, de 39 años, manejaba una camioneta Ford cabina y media, tipo Lobo, de color gris, de reciente modelo, con placas de circulación FP 12210, la cual circulaba por la carretera Los Herrera-Topia.
A bordo de la pick up viajaban sus dos menores hijos, Erasmo y Lorena, de dos y 19 años de edad, así como Daniel Iván Meza Olivas, de 12 años de edad, todos vecinos de la cabecera municipal de Santiago Papasquiaro.
Por el exceso de velocidad con que circulaban, al llegar a la altura del kilómetro 23, Guadalupe no pudo controlar el vehículo y repentinamente al dar un volantazo para enderezar la dirección, cayó por una pendiente dando tumbos y chocando contra las rocas, hasta quedar al fondo del barranco de aproximadamente 40 metros de profundidad.
Gracias a que todos los ocupantes de la camioneta traían el cinturón de seguridad puesto, el accidente no paó a mayores, siendo necesario solo su traslado al Hospital General dela citada municipalidad, donde fue necesario intensificar la revisión médica por las posibles lesiones internas que pudieran presentar en las próximas horas.
Aun cuando se trató de un mero accidente, tomó conocimiento el Ministerio Público de la municipalidad, dando parte a la Dirección de Averiguaciones Previas.