Nueva York, (EFE).- Pepsi-Cola, una de las bebidas más consumidas del mundo e importante icono de la cultura estadounidense, desembarcará en unos meses en Iraq, de donde tuvo que salir a consecuencia del régimen de sanciones impuesto en 1990.
Según informa la prensa financiera, la multinacional estadounidense ha firmado un acuerdo de distribución con la compañía Baghdad Soft Drinks, que será la encargada de devolver la conocida marca a las calles iraquíes.
Ha hecho falta que el régimen de Sadam Husein sea derrocado, y se levanten las sanciones que pesaban sobre el país, para que el gigante de los refrescos pueda desembarcar en un mercado con un potencial de 26 millones de consumidores.
Esta iniciativa le permitirá afianzar su liderazgo en la región de Oriente Medio frente a su directo competidor, Coca-Cola, a la que supera en una proporción de tres a uno en países como el Líbano, Arabia Saudí, Kuwait y Jordania.
Tal y como relata "The Wall Street Journal" las pepsi-colas nunca se fueron realmente de Iraq, ya que la propia Baghdad Soft Drinks y los vendedores de la calle mantuvieron la marca viva vendiendo cola casera en los envases reciclados de Pepsi.
De hecho, la ausencia de un sistema legal y de gobierno en Iraq ha sido uno de los impedimentos a los que se ha enfrentado Pepsi al negociar el acuerdo con la empresa iraquí.
Tanto Pepsi como otras empresas estadounidenses comparten el optimismo hacia el potencial que ofrece Iraq, con 26 millones de habitantes, la mitad de ellos menores de 26 años.
No obstante, reconocen que por el momento existen muchos riesgos y peligros relacionados con la incertidumbre del proceso político y la inseguridad.
Pepsi llegó por primera vez a Iraq en la década de los 50, y llegó a poseer en este país su principal mercado de Oriente Medio, una zona que, gracias a su cálido clima, tiene una larga tradición de consumo de bebidas frías.
Entre los planes para los próximos meses, contempla lanzar no sólo la bebida de cola, sino también otros refrescos, como "Mirinda" y "7-UP".
En declaraciones al "The Wall Street Journal", el director ejecutivo de Baghdad Soft Drinks, Hamid Jassim, ha asegurado que el sentimiento anti-americano que existe en Iraq no perjudicará a la marca.
Añadió que prueba de ello es que su máxima producción de envases no autorizados de Pepsi se alcanzó en agosto pasado, con 50.000 unidades por día.