EL SIGLO DE TORREÓN
CD. LERDO, DGO.- La lluvia que cayó el pasado MARTES durante la noche, no causó grandes estragos entre la población lerdense. Pero por la experiencia de la tromba registrada en septiembre de 2003, no dejó de sentirse intimidada por el temporal.
Pobladores de las colonias 20 de Noviembre, Cerro de la Cruz, Independencia, San Juanito, San Fernando, 18 de Julio, San Isidro y Ampliación Francisco Villa –esta área fue la más afectada por la tempestad registrada el año pasado-, hicieron patente su tranquilidad porque la llovizna del martes por la noche sólo dejó los ya familiares charcos.
Ivonne Córdova vive en una humilde vivienda construida con cartón y lámina en la calle Martín López. Ella y sus vecinas, cuando la tromba referida, perdieron gran parte de sus pertenencias. En esta ocasión, dice: “A Dios gracias esta tormenta no nos causó grandes daños, sólo fue el susto”.
Sin embargo, manifiesta que sus nervios se alteraron ante el incesante aguacero. Sus retoños, explica, con su actitud parecían recordar lo vivido en septiembre pasado, pues durante la presencia de los relámpagos y ante el estallido de los truenos, “se mantuvieron bien calladitos los condenados”.
En la colonia Independencia gran parte de sus calles no cuenta con pavimento. Ahí la lluvia se estanca en los múltiples hoyos de la carretera y dificultaba el paso tanto del peatón como de los conductores.
Jesús Vázquez, quien vive en el sector habitacional denominado San Isidro, se queja porque en la calle principal de la Independencia localizada a un costado del Periférico -la cual conduce al panteón municipal-, ante cualquier llovizna se hace una laguna que causa problemas al tráfico vehicular.
En este lugar se forma una cuneta que logra albergar una gran cantidad de agua de lluvia. Los automóviles se estancan a su paso. La gente que deambula por ahí, acaba remojada además de enojada, porque a este problema aunque ha sido denunciado a las autoridades correspondientes, no le han puesto remedio.
Algunos pobladores de la colonia Cerro de la Cruz, dicen que son personas afortunadas, porque sus viviendas están “encajadas” en las faldas de este lugar y es natural, no se encharcan sus calles. “Sólo que cuando llueve mucho, el agua baja en forma sorprendente de lo alto de la colina y trae consigo piedras y todo lo que está a su paso”, comenta María Esther Domínguez.
Para Martha García de la colonia San Juanito, los charcos en las calles del sector no son un problema, “eso no nos preocupa, lo más triste es nuestra pobreza que nos impide vivir mejor, pues no tenemos los recursos necesarios para reparar los techos, pues por todos lados se cuela el agua”.
SÓLO EL SUSTO...
Aunque en muchas viviendas sus habitantes reportaron goteras y humedad en las paredes, la tormenta del pasado martes no causó grandes estragos, pero ocasionó sustos:
· Sobre todo para los habitantes de la Ampliación Francisco Villa.
· Con la experiencia de la tromba pasada, dicen ponerse de nervios ante cualquier temporal.
· Charcos de todos los tamaños se registraron en colonias como la 20 de Noviembre, Cerro de la Cruz, San Juanito, San Fernando, 18 de Julio por mencionar algunas.
· En el primer cuadro de la ciudad no se registraron grandes estragos.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón