Las pasarelas copian la moda de esa década al pie de la letra
SUN-AEE
MÉXICO, DF.- Nuestra imagen es víctima de los cambios cíclicos de la moda, que lo mismo nos hacen vivir a la vanguardia que retornar al pasado.
En la actualidad, las formas de vida son determinadas por aquéllos dedicados al mundo de la creación. La sociedad permite inconscientemente que ellos decidan desde cómo vestir hasta la manera de concebir estancias.
Actualmente, los profesionales del diseño han encumbrado la nostalgia por la década de los años 80, para aplicarla como tendencia imprescindible de la temporada, incluso en el diseño de espacios.
?Lo que parecía imposible hoy no lo es: moda y decoración por fin bailan el mismo ritmo, y coincidir tiene su mérito, sobre todo si consideramos que el ámbito de la decoración es lento, como una tortuga, en la adaptación de los avances.
?Hasta hace poco, cuando los trapos seguían fieles al minimalismo, los muebles coqueteaban con el recargado barroco?, explica el especialista en diseño Jesús Cano, quien nos habla de esta cuestión de velocidad: ?La moda puede cambiar de piel cada temporada, pero las tendencias en decoración necesitan por lo menos cumplir un lustro para que se noten sus piruetas?.
Deja huella
Según Jesús Cano, en los 80 el primer mandamiento de los yuppies era: ?Amarás el dinero por encima de todas las cosas?, mismo que fue gritado al unísono, y la pana fue sustituida automáticamente por trajes de seda con cortes impecables.
?Entonces, el ángulo recto de la hombrera en las prendas de vestir se repetía en los muebles de moda. En la ropa, las marcas eran el ?santo y seña? de todo aquél que quería ser alguien, mientras el mueble convivía al lado de este lujo y poderío en forma más discreta, pero sus diseñadores nunca pasaban desapercibidos?, describe Jesús.
El experto hace referencia al talento de grandes arquitectos de principios del siglo pasado, quienes influían aún en los 80.
?La mano de Le Corbusier o de Mies van der Rohe se distinguía en las sillas o en las tumbonas. Y, hasta la elección del cepillo de dientes era una y no más: mejor si lo había imaginado Philippe Starck, el mago del diseño, antes que cualquier otro. Los tacones de aguja, altos y afilados, servían para estar más cerca de la cima y una larga serie de aparatos domésticos de avanzada tecnología hacía la vida más llevadera. Era el reinado del negro (Armani tuvo mucha culpa), del brillo del acero y de la resurrección de la minifalda?, narra.
Hoy en día, los ritos de aquella época han vuelto a casa y también al armario. ?Las pasarelas los han copiado a su imagen y semejanza. La decoración lo intenta, pero se resiste a olvidar cosas tan genuinas de esta década como los valores de la ecología y el recogimiento de lo étnico.
?Para volver a montar la casa hay que tener en cuenta que del negro de años pasados se ha pasado a los tostados, al blanco, así como del frío mármol a la cálida madera, del brillo de lo nuevo al regusto de lo usado?, concluye.
