EFE
San Sebastián, España.- El cineasta estadounidense Woody Allen dijo en la apertura de la Sección Oficial del Festival de Cine de San Sebastián que reelegir a George W. Bush como presidente de Estados Unidos ?sería una tragedia automática?.
Allen compareció en una rueda de prensa en la ciudad española de San Sebastián, en el País Vasco, después de que la exhibición de su última película, Melinda y Melinda, fuera de concurso en la Sección Oficial, abriera la 52 edición del certamen.
?Si observas a Bush, es bastante divertido, y si le escuchas y le sigues te provoca carcajadas; es el ejemplo perfecto de un ser con momentos cómicos pero con un trasfondo trágico?, aseguró el director y actor en uno de los encuentros más concurridos que se recuerdan en el festival, con cientos de admiradores ansiosos por hacerle una foto o pedirle un autógrafo.
Allen dijo que ha visto a Nueva York reponerse de los atentados terroristas de septiembre de 2001. ?Todo está exactamente igual que antes de los ataques. La gente va a los teatros, a los restaurantes, al beisbol...; está llena de energía, no es un campamento armado?.
El cineasta se pasó la mayor parte del tiempo con la cabeza gacha e hizo las delicias de los presentes dejando salir en más de una ocasión su vis cómica, como cuando le preguntaron si tocar el clarinete le facilita la seducción de mujeres, como le pasa al pianista de la película.
?A mí nunca me ha funcionado. El piano tiene eso de tocarlo con un cigarrillo en la boca que le da un aspecto romántico, pero los instrumentos de viento hinchan las mejillas al tocarlos y, desde luego, no tienen el mismo efecto?, respondió Allen.
El director afirmó que eligió este festival para estrenar Melinda y Melinda para ?dar gracias al pueblo y al público español, que siempre ha apoyado mis filmes. Y por la tentación irresistible que para mí y mi familia supone pasar unos días en San Sebastián?.
Si en Melinda y Melinda propone dos modos de ver el mundo: el cómico y el dramático, el cineasta tiene claro que en la realidad, el estado actual del mundo es ?una tragedia?. ?Yo siempre veo el vaso totalmente vacío, no medio vacío, y percibo hoy el mundo de una manera extremadamente trágica?.
Woody Allen aseguró que rodó la película en Londres ante la falta de libertad creativa en Estados Unidos: ?La industria estadounidense del cine no es la más sensible del mundo y hay que evitar la entrada de ejecutivos que sienten que están en su campo?.
?En Londres pude hacer mi trabajo sin ninguna ayuda creativa de hombres de negro que quieren meterse en el aspecto creativo?, continuó Allen, y agregó que no descarta volver a rodar en el extranjero y que le atraería hacerlo en Barcelona.
Hacer una película al año no es, para Woody Allen, el signo de ser un director prolífico, sino más bien ?una costumbre?. ?Tengo -dijo- muchas buenas ideas para películas, escritas en servilletas y en todo tipo de papel, y quiero hacer todas las que pueda antes de morir. Cuando acabo una, me siento en casa y, después de un par de días, el impulso es empezar otra. Si no, ¿qué vas a hacer sentado en casa??.
El pesimismo de Allen no aparece durante la escritura de guión o durante el rodaje. ?En ese tiempo -comenta- piensas que todo va a ser maravilloso porque todo está en futuro, pero cuando ya está rodado y te enfrentas a la realidad, el resultado es como una ducha fría?.
Pero la menor de las duchas frías con que se topó fue con ?Maridos y mujeres? su película favorita, por ser aquella en que el resultado se ajustaba más a la idea inicial.
En la noche de ayer, en la gala inaugural del Festival, Woody Allen recibió de manos del cineasta español Pedro Almodóvar el Premio Donostia, que otorga el certamen.
Al respecto, Allen aseguró: ?debería ser yo quien le entregara el premio a él, es un director maravilloso. En cuanto al premio, lo aceptaré, me callaré y daré las gracias a las estrellas porque no se haya descubierto el pastel?.