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Y el deporte ¿hasta cuándo señores?/Del tintero

Fidencio Treviño Maldonado

Un rotundo fracaso y deplorable exhibición fue lo que nuestra delegación olímpica llevó a cabo en Atenas 2004 y más es la mediocridad la que los representantes deportivos a nivel nacional ofrecieron, toda una caterva de olímpicos sinvergüenzas, Mario Vázquez Raña, llamado “El Señor de los Anillos”, Nelson Vargas, Jesús Muñoz, ahora sí nos damos cuenta porqué le apodan “El Tibio” y recuas que le acompañaron.

Seguimos en lo mismo, somos los conformistas de siempre que con una o cuatro medallitas nos entrenemos y compadecidos de los inútiles deportistas, inventándoles miles de pretextos con comentaristas expertos en comicidad y con una publicidad que raya en lo absurdo.

En el deporte del hombre como le llamó por ahí un locutor al futbol, seguimos siendo los mismos ratones verdes o guindas, aunque la mafia llamada FIFA tenga al TRI en el lugar octavo, nuestro futbol es ratonero, doméstico y súper inflado y de paso mantenido; paradójicamente por las bebidas de moderación, los estadios son las cantinas más grandes de México y a cielo abierto.

En natación, clavados, boxeo, atletismo, basquetbol, volibol, beisbol y gimnasia andamos muy bien con récords domésticos o en competencias amistosas de países bananeros, pero fuera y ante una verdadera justa mundial de alto rendimiento donde esté de por medio sacar la casta, nuestros deportistas se arrugan.

No bastan 764 millones y los otros 100 millones de pesos aprobados por parte de los diputados para el deporte, esa lana no es ni la centésima parte de lo que el IFE se gasta en las comedias políticas donde se celebra alguna contienda electoral estatal y no se diga a nivel nacional, la magna obra chusca que vivimos cada seis años.

¡Basta! señores dueños del deporte en México de jugar con la lana del pueblo ¡Basta! de intereses mezquinos por parte de la casta política del país ¡Basta! de mantener tanto zángano que cobra por ser inoperante. ¡Basta! de ser los campeones mundiales del fracaso.

Aquí es bueno señalar que los menos culpables son los 114 deportistas que participaron, ellos se la creyeron porque los tiempos, medidas y récords nacionales así lo marcaban, sin embargo la cruda realidad es que andamos muy lejos de la excelencia y alto rendimiento de los deportistas de otros países, incluyendo regiones del cuarto mundo en manos de tiranos, el caso de Cuba, Bahamas, Jamaica, el mismo Irak en futbol dio una muestra a nuestros “craks” e “ídolos” y qué decir de África sumidos en la desnutrición, incluyendo a los argentinos con su economía en picada, pero con coraje reventaron a los gringos en basquetbol y en futbol también se llevó el oro.

Esperar que Vázquez Raña, Nelson Vargas o “El Tibio” Muñoz renuncien, es sentarse a ver cuándo empieza a nevar en el infierno.

Ellos los dueños del deporte amateur y otras siglas de asociaciones nacionales ya no saben otra más que vivir de la mentira y el disfraz que dan las excusas deportivas (cualquier semejanza con los dinosaurios políticos es mera casualidad) y la ética y moral parece estar extraviada en estos sinvergüenzas.

El deporte en México va de picada y no se ve por dónde, comenzando por los municipios (en el 95 por ciento de ellos) donde no hay ni la más mínima estructura deportiva.

De las escuelas primarias ni qué decir, la educación física está reñida con los maestros donde no pasa de ser simples cascaritas y una repasada a la formación en desfiles.

Las secundarias están peor sobre todo en las particulares donde ni aparece la materia y qué decir de las preparatorias, nada. Las Universidades son pocas las que cuentan con estructura y proyecto deportivo, (UNAM, Poli, UANL, U de G, por citar algunas, casi todo se destina para el soccer).

Las Universidades Autónomas sí tienen buena partida para el deporte pero sólo los rectores saben en qué se usa dicho rubro (probablemente se la roben, raro que suceda en México ¡eh!).

El caso de la UA de C es un ejemplo donde no se ve dónde queda la lana para el deporte. Son cientos de organizaciones deportivas y carreras las que se celebran en la República mexicana pero los tiempos y marcas son de risa y casi siempre organizadas por “equis” compañía o marcas de diversos productos comerciales.

Cada vez que pasa una justa internacional nos despertamos del letargo, todos somos expertos en deportes, para después seguir dedicados al pasatiempo nacional que es la política, otra justa y otro fracaso, de nuevo el coraje y así en un círculo vicioso.

Debemos aprender de alguien que cada día nos da una lección de superación en estas justas y siempre en cualquier parte que se presentan nos hacen sentir orgullosos al escuchar nuestro Himno Nacional muchas veces en el estadio; ellos son los paralímpicos, discapacitados.

Lástima que los dirigentes del deporte y bien pagados (Vázquez Raña, Nelson Vargas, “El Tibio” Muñoz y gamberros que le acompañan), no se hayan dado cuenta, de que ellos son los verdaderos anacefálicos e incapaces de llevar las riendas de algo tan delicado y causantes directos de los fracasos constantes y permanentes del deporte nacional.

Total, con la pizarra 20 a 0 perdiendo, la última entrada, dos outs sin corredor en base y el peor bateador ya con dos strakes en su cuenta y cero bolas...

La verdad no se ve por dónde y con la nula estructura deportiva y con los dirigentes que tenemos a cualquier nivel, el deporte nacional no puede ser competitivo en justas internacionales.

Correo:

linga_1031@hotmail.com.

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