Ramón Bonilla está en franca recuperación de su problema de drogadicción
Originario de Chihuahua, Ramón Bonilla Hermosillo dice que ya no tiene nada qué temer; por eso da su nombre completo, ya que si antes se dio a conocer por su adicción a las drogas, ahora tiene la posibilidad de contar cómo ha cambiado su vida.
Habla un poco pausado, piensa mucho las palabras antes de pronunciarlas. En la actualidad es parte de AMAR Chihuahua (Agrupación Mexicana de Adictos en Recuperación), una institución creada para rehabilitar a los farmacodependientes.
Recuerda que cuando tenía cuatro años, su padre murió; así, su mamá se convirtió en el único sustento de él y de sus nueve hermanos. Ramón es uno de los más pequeños de esta numerosa descendencia, pero en su corazón albergó otra clase de sentimientos.
?Yo antes ponía muchas excusas, a mí no me gustaba obedecer a nadie, renegué de Dios por la familia que me dio. Mi mamá me dijo de reglas y escuela pero nunca le hice caso?, señala sobre los antecedentes de su agitada existencia.
A los siete años, cuando llegó con los amigos que frecuentaba en su colonia, se dio cuenta de que ingerían bebidas alcohólicas; al consumir el líquido le gustó la sensación. Ése fue el primer paso de una atormentada vida.
?Cuando estaba en tercer año de primaria comencé con los inhalantes, me corrieron de la escuela y se me hizo fácil dejar mi casa y andar por las calles; seguía de ingobernable. Yo pensé que iba a vivir una vida sencilla, que iba a vivir bien, pero lo único que encontré fueron puros problemas?, comenta con el pesar de que su madre sufría en demasía con su actitud.
La adicción de Ramón creció con rapidez, a tal grado que a los 11 años de edad se inyectó heroína; a partir de ese momento, ya no hubo marcha atrás. Señala que todos los días despertaba con la necesidad de drogarse. Por eso no dudaba ni un instante en robar y así poder pagar el narcótico que tanto deseaba. Ante tal situación, en varias ocasiones estuvo preso.
?Creo que lo más triste es que vivía en la calle, dormía en cualquier lugar y me sentía muy solo, que no valía nada, andaba con tres compañeros que estaban peor que yo. Me levantaba y lo único que quería era drogarme, sin importarme mentir, chantajear, manipular?, narra con nostalgia.
Pero en su oscuro camino, él deseaba encontrar una luz, la cual dice que ha encontrado. ?Yo le pedía a Dios que me ayudara, ya no quería sentir la malilla, a diario me inyectaba sin importarme que me pudiera contagiar de alguna enfermedad como el Sida?, dijo mientras su mirada refleja cierta tristeza.
Después de que un amigo le comentó de la existencia de AMAR en su ciudad natal, Ramón tuvo la iniciativa de ir a pedir ayuda, fue bien recibido y le tendieron la mano para salir adelante, razón por la que está muy agradecido.
?Ahora sé que valgo mucho, entré el 14 de junio de este año y hasta ahorita no me he ido, porque sé que si me retiro voy a recaer. Yo solo nunca he podido?, dijo.
Pero después de que obtuvo buenos resultados en su recuperación, le tuvieron la confianza de enviarlo a Durango para que apoyara a la institución localizada en esta entidad. ?Quiero salir adelante, quiero estudiar, ser útil a la sociedad, pero no es fácil?, manifiesta a sus 18 años de edad.
APOYO
Institución
En agosto de 1998, al cumplir con su servicio de ?pasar el mensaje? de recuperación en los grupos de Alcohólicos y Narcóticos Anónimos, Eduardo Trespalacios observó que las terapias de grupo, al no ser constantes, dejaban espacios de tiempo en los cuales el adicto estaba expuesto a caer de nuevo en su enfermedad.
En respuesta a esta situación, con el apoyo de otras personas, inició el centro de rehabilitación en la ciudad de Chihuahua, con el valor esencial de ofrecer terapias y atención las 24 de horas del día. Así nació AMAR.
Luis, quien también forma parte de este gremio, explicó que el tratamiento consiste de la terapia ?de adicto a adicto?, en un periodo de 90 días de internamiento. ?Nosotros que ya hemos salido del hoyo podemos ayudar a los demás, pues nosotros ya sabemos, no nos pueden engañar, sabemos que somos mentirosos y chantajistas?, dijo.