Agencias
NUEVA YORK, EU.- Las esperadas memorias de Bob Dylan salieron a la venta este martes en las librerías de Estados Unidos, relatando por primera vez la vida retirada de esta estrella de la música popular, la génesis de su carrera y sus dificultades para asumir la celebridad.
Chronicles: Volume One se aleja mucho del camino normal de la autobiografía, evitando todo tipo de estructura cronológica y brindando, en cambio, fragmentos de una vida en los que abundan anécdotas sobre personajes, como el boxeador Joe Dempsey o el vocalista Bono.
El libro es tal vez más notable por lo que deja afuera. No dice nada de su controvertido cambio del sonido acústico al eléctrico, su conversión al cristianismo, o la ruptura de su matrimonio con Sara Lowndes, lo cual dio origen al aclamado álbum de 1975, Blood on the Tracks.
Y el accidente casi fatal en motocicleta en 1966 es despachado en una sola frase: ?Tuve un accidente de motocicleta y quedé herido, pero me recuperé?.
El libro de 293 páginas se divide en cinco capítulos, tres de ellos sobre sus días de joven adulto en Minnesota y Nueva York, y dos sobre la producción de dos de sus discos menos conocidos: New Morning (1970) y Oh Mercy (1989).
Las memorias ofrecen un retrato del Greenwich Village a fines de los sesenta y los primeros murmullos de las revueltas sociales y políticas que iban a sobrevenir.
?Estados Unidos estaba cambiando. Tenía una sensación de destino y estaba cabalgando sobre los cambios?, dice Dylan, describiendo la germinación de la imagen contra cultural que definiría su carrera.
?No estaba con la cultura anti-popular ni nada y no tenía ambiciones de sacudir las cosas. Sólo pensaba que la cultura dominante era un fracaso y un gran engaño?.
Algunos de los pasajes más apasionantes se refieren a la incomodidad de Dylan con la fama y los intentos de calificarlo como la voz de una generación.
En un punto recuerda su sorprendida reacción cuando fue presentado, al recibir un diploma honorario de la Universidad de Princeton, como ?la conciencia angustiada de la juventud estadounidense. ¡Ay Dios mío!... Estaba tan enojado que me quería morder a mí mismo?.
El malestar se transforma en furia cuando se refiere a las hordas de fans que hacen una peregrinación a su casa de familia en Woodstock.
?Deben haber puesto mapas de ruta a nuestra casa en los cincuenta estados del país para bandas de escapados de la escuela y drogadictos. Quería prender fuego a esta gente?, recuerda.
Dylan, que pasó tres años elaborando el libro en una máquina de escribir, reconoció en una entrevista con la revista Newsweek que su aproximación al proyecto había sido no convencional.
?Era como tener un mazo de cartas, cortaba donde me parecía y seguía a partir de ahí?, señaló. ?Me doy cuenta de que de esa manera quedaron espacios vacíos?.
