Por Eunice Martínez Arias
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Todavía falta casi una hora para que empiece la función y la gente ya hace una larga fila a la entrada del circo.
Poco a poco la intensidad va reinando en todos lados; detrás del escenario, los artistas comienzan a calentar para la hora en que les toque su número; las bailarinas, aún sin maquillaje, caminan de un lado a otro. En el iluminado lobby bar los vendedores están listos para el momento de atender a los comensales...
Todos se preparan para su actuación menos Yankarlo Bell?s, uno de los dos mexicanos que en estos momentos forma parte de la compañía Tihany Spectacular.
Hoy (el miércoles) no le toca presentar su acto, así que únicamente acudió a la carpa para estar presente en la entrevista. Sin ninguna dificultad se cuelga de una barra -como los murciélagos- para que lo retraten, luego se alza ayudado por unas cuerdas. Su rubia melena ondea y él no puede ocultar su satisfacción de estar en las alturas.
Baja y se acomoda en los escalones que sirven como escenografía en uno de los números. A un costado se encuentra el enorme helicóptero que el mago aparece en un espectacular acto durante el show. Yankarlo está más que acostumbrado a la vida del circo, a los vaivenes, a la soledad de una habitación de hotel, pero también a los rostros de admiración de la gente y, sobre todo, a sentir cómo aumenta su adrenalina en los momentos que vuela.
?Pertenezco a la tercera generación de una familia de cirqueros, a la familia Bell?s. Siempre supe qué era lo que quería: andar en el circo?, comienza su charla.
No le cuesta ningún trabajo hablar de sus inicios en el arte circense. Tenía 17 años de edad cuando se le dio la oportunidad de dejar su natal Chihuahua para emprender el camino. Al principio su mamá se negaba rotundamente a que incursionara en el circo sin antes hacer una carrera, por corta que fuera, pero la desesperación por iniciar en su mundo lo llevó a tomarle la palabra a uno de sus tíos, quien lo invitó a formar parte del ?troop? de trapecistas con los que trabajaba en el Circo Suárez pese a que el chico no tenía ninguna experiencia en el ramo.
En aquél tiempo, este joven de 25 años y 70 kilos de peso, jamás hubiera imaginado que iba a llegar a ser tan bueno; que circos como el Atayde, Fuentes Gasca, Tihany y hasta los sobre hielo Hollyday y Hollywood on Ice, requerirían sus servicios.
Por momentos, su mirada se pierde en la oscuridad que reina detrás del telón, pero su voz se mantiene viva. Mucho le ha costado llegar hasta donde está: horas de entrenamiento, fracturas y el menosprecio, en algunas ocasiones de sus compañeros, pero la vida le ha enseñado a darle poco valor a esos ?detalles? y ver para adelante.
?Me contrataron para el Hollywood On Ice para representar a Tarzán, yo no sabía patinar y nada más tenía diez días para enseñarme y para entrenar a la muchacha que iba a volar conmigo como Jane... lo logramos?.
Al principio fue muy difícil la relación de Yankarlo con sus compañeros; era el único latino y mexicano, en la compañía. Comúnmente le hacían burla pero se fue ganando el respeto de todos con su trabajo.
Desde hace tres meses, el originario de Chihuahua presenta un número aéreo en el circo Tihany ayudado por unas enormes alas de tela que lo hacen parecer un ángel. Es la viva representación de fuerza y dificultad, domina su cuerpo y consigue que las miradas de la gente se claven en él.
-¿Quieres pasar el resto de tu vida en un circo?
-Bueno, si hago mi compañía a lo mejor sí, pero yo sé que esto no es para siempre, tu cuerpo no va a ser el mismo, tus fuerzas no van a ser las mismas. Quizá si llego a hacer mi compañía ¿por qué no?, no es tanto mi meta pero si está en mis manos lo haré...
El vuelo, su pasión
Yankarlo Bell?s inició su carrera en un troop de trapecistas, ahora se dedica a montar actos en solitario.
-Dice que no se ha cansado de viajar... ?desde niño yo sabía a lo que iba, si hubiera estado en mi casa ni en diez años hubiera vivido y conocido lo que ahorita sé y conozco?.
-Además del acto que presenta actualmente, tiene preparado otro al que le llama ?malabarismo geométrico?. Son tres figuras geométricas de aluminio que mueve a tal grado que se distorsiona la luz, ya que se refleja en el tubo y se ve como si fuera láser.
-Normalmente entrena de tres a cuatro horas diarias; pero en su estancia en Torreón únicamente llega con una hora y media de anticipación a la carpa para calentar un poco.
-Sí le gustaría llegar a trabajar en el Cirque Do Soleil pero no es una prioridad.
-Dice que no es difícil la convivencia con sus compañeros del circo ya que casi no se ven. ?Es que unos viven aquí (en el circo) y otros en hotel, así que no nos vemos sino hasta antes de las funciones.
-Su gran compañero en los viajes que realiza es un equipo de video y animación que ha adquirido y en donde hace desde spots publicitarios hasta su currículum en DVD.
-Casi no asiste a su casa de Chihuahua porque está sola, ya que su mamá y dos de sus hermanos viven en Estados Unidos y la única de sus hermanas que vive en la ciudad está casada.
-Habla inglés y un poco de ruso.
-Asegura que en México una de las grandes culturas es la del circo, pero también agregó que la gente no la valora mucho.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón