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MÉXICO, DF.- Acompañado de una espléndida dotación de músicos, el pianista griego Yanni hizo vibrar la noche del viernes el Palacio de los Deportes de esta ciudad, con un excelso espectáculo lleno de magia y misticismo, donde la entrega y el virtuosismo de las ejecuciones fue la constante.
Instrumentos de cuerda, viento, percusiones y teclados se conjugaron con el talento del autor de piezas clásicas como Santorini, One Man?s Dream y Flight of Fantasy, para ofrecer una velada de buena música, que fue ampliamente ovacionada por el público, al que sin duda logró transportar a un mundo etéreo.
Sonidos modernos y milenarios, acompasados por dos educadas voces que armonizaron de manera perfecta la mayoría de las piezas, convivieron en el escenario donde más de 20 músicos de diferentes nacionalidades derrocharon talento.
Rodeado por tres grandes pantallas y un acogedor juego de luces que cambió según el matiz de los sonidos, el músico y compositor griego apareció en escena poco antes de las 21:00 horas para apoderarse del escenario y, en el piano o en los teclados, llevar al éxtasis a los miles de asistentes que, al paso de la noche, abarrotaron el recinto y se entregaron eufóricos al espectáculo.
"Hola México, ¿cómo están?, estoy muy contento de estar de nuevo en la Ciudad de México", saludó el músico originario de Kalamata, una pequeña isla del Mediterráneo, para luego agradecer -ahora en inglés- las decenas de posters con su imagen que inundaban el inmueble.
La fiesta de sonidos apenas comenzaba con temas como Keys to Imagination, Until the Last Moment y Reflections of Passion, que recrearon atmósferas que fueron de la calidez a la armonía y al éxtasis catártico de sonidos diversos.
Aria, The Rain Must Fall, Acroyali/Standing in Motion (medley) y por supuesto Santorini, fueron las melodías más aplaudidas por el público que desde las zonas elevadas del inmueble alababan también las ejecuciones en solitario del baterista estadounidense Charlie Adams o del flautista venezolano Pedro Eustache.
Within Attraction y One Man?s Dream fueron otras de las melodías interpretadas por este ensamble de excelentes músicos, que también destacó por los solos en el violín, el chelo, la trompeta y el arpa paraguaya de Víctor Espínola, que reprodujeron sonidos e imágenes del mundo.
En la dotación musical destacaron además dos singulares instrumentos: el didgediroo, que emite sonidos aborígenes, a cargo de David Hudson, nativo de la costa noreste de Australia; y el denominado hammer dulcimer, de Dan Landrum, que es una especie de salteiro, con sonidos típicos de la música griega.
Así, la universalidad de la música se hizo presente una y otra vez, con arreglos que fueron del clásico new age hasta el flamenco de Hechizo de Luna; pero que también ofrecieron reminiscencias de blues y de sonidos orientales, que deleitaron a la concurrencia.
Uno de los mayores aplausos de la noche vino cuando en medio de la presentación de algunos de sus músicos, Yanni destacó la ejecución de su trompetista, el mexicano Ramón Flores, quien interpretó un breve acorde de música mexicana.
Hacia el final de la velada, luego de casi dos horas de espectáculo, el artista y sus músicos interpretaron con más energía y entusiasmo, lo que les valió el reconocimiento del público que con ensordecedora escandalera haría volver al griego al escenario hasta en siete ocasiones, para recibir un merecido tributo a su talento.
Emocionado, el pianista salió una y otra vez para agradecer el aplauso y corresponder con algunas piezas ya ejecutadas durante la noche, como el medley y Aria, que tocó bajo la advertencia de que después el público, que no dejaba de aplaudir, gritar y hacer cimbrar con los pies el lugar, "tendría que marcharse a casa".
Yanni, quien ha tocado en majestuosos escenarios como la Acrópolis, en Grecia, o el Taj Mahal de la India, ofrecerá hoy un concierto más en este recinto, actividad con la que cierra el año, para reanudar su Yanni Live Tour el 19 de enero de 2005, en Estados Unidos.
El famoso artista contemporáneo, oriundo de Kalamata, una pequeña aldea a orillas del mediterráneo, ha crecido de ser un autodidacta a uno de los personajes más trascendentes de la historia musical del siglo pasado y lo que va del presente.
- Yanni, quien ha logrado desarrollar con el paso del tiempo su propio sistema de notación musical, ha compuesto la música para las transmisiones televisivas de los Juegos Olímpicos de toda la década pasada y ha tocado por diez fechas seguidas con lleno absoluto en el Radio City Music may.
Ha ofrecido conciertos a la sombra del Taj Mahal hindú, la Ciudad Prohibida, en Pekín, China, y el propio Partenón, en Grecia.
-De igual forma, hizo un especial de televisión que se transmitió en 65 países y fue visto por 500 millones de personas, además de crear Live at the Acropolis, el segundo video musical más vendido de la historia.
- Su carrera artística la inició desde pequeño, cuando escuchaba música en su mente y a partir de los ocho años de edad comenzó a reproducirla en el piano familiar. En 1972, Yanni emigró a Estados Unidos y se inscribió en la Universidad de Minnesota, donde se graduó en Psicología.
-Regresó a la música, su verdadera vocación; entre 1977 y 1979 formó parte de Chameleon, un grupo de rock que tuvo cierto éxito regional y que incluso grabó dos discos. Fue hasta la década de los años 80 cuando Yanni decidió independizarse, grabó algunos álbumes y consolidó su nombre como solista.
- Para la década de los 90, Yanni y su música ya eran altamente reconocidos; obtiene Discos de platino o multiplatino en Estados Unidos y sus temas son usados para musicalizar torneos deportivos como el Abierto de Golf de Estados Unidos, los Juegos Olímpicos de Invierno de 1998, los del 2002 e incluso el Mundial de Futbol 2002.
Luego, tras un descanso de dos años en los cuales escribió sus memorias, Yanni reemprendió en 2003 su carrera musical con la gira Ethnicity, la cual ahora lo trae a México para ofrecer sus próximos dos conciertos.
FUENTE: Notimex