MÉXICO, DF.- El mexicano Daniel Zaragoza, quien no pensaba convertirse en boxeador profesional, hoy será nombrado miembro distinguido del Salón de la Fama del boxeo internacional, en Canastota, Nueva York.
Zaragoza, cuatro veces campeón del mundo y quien cerró su carrera con registro de 58-8-3 y 28 KO's, recordó su participación en los Juegos Olímpicos de Moscú 80, momento que cambió su vida como púgil, pues ahí, por una injusticia, decidió irse al boxeo de paga.
"No puedo olvidar los Juegos de Moscú, yo era considerado medalla de oro para México, sabía que podía conseguirla, pero cuando peleaba por el bronce perdí pues me robaron la pelea.
"Después de eso quería justicia y por eso opté por irme al boxeo profesional, no lo iba a hacer, sólo quería quedarme en amateur, pero ese descalabro me llevó a tomar la decisión de ser un profesional, no podía quedarse así esa jalada", recordó el púgil de 46 años.
Daniel supo enmarcar con triunfos su incursión en el profesionalismo.
"Gané en toda mi carrera como profesional (que arrancó en 1980 y finalizó en 1997) cuatro títulos mundiales, no cualquiera los logra, además fui ex olímpico, fui uno de los más viejos en ser campeón mundial.
"Ahora sí no hay nadie que la pueda ‘hacer de tos’ por lo que logré", explicó un sonriente Zaragoza, quien fuera campeón mundial gallo y supergallo del Consejo Mundial de Boxeo.
Hoy está feliz por llegar al Salón de la Fama mundial en su primer intento como elegible, momento que goza al lado de su esposa Elsa y sus tres hijos, Daniela, Daniel y Wendy.
"Ando feliz de la vida, estoy disfrutando mi entrada (al Salón). Es algo fantástico después de pelear tantos años, ahora esto es lo único que se puede ganar cuando ya estás retirado", apuntó Zaragoza, quien desde el miércoles disfruta en el estado de Nueva York de las festividades previas a la ceremonia de inducción pactada para esta tarde.
"Hay que disfrutar estos momentos a lo grande, me hubiera gustado que mi papá (Agustín), que tiene 90 años, entendiera lo que está pasando, pero por su edad ya no puede; pero bueno, mis hijos están orgullosos y pues pueden celebrar aún conmigo estos logros", enfatizó Daniel.