San Petersburgo (Rusia), (EFE).- El buque laboratorio "Académico Fiodorov" con casi un centenar de científicos a bordo zarpó ayer rumbo a la Antártida para continuar las investigaciones en el continente blanco.
En el buque viajan geólogos, geofísicos, meteorólogos e ingenieros que reemplazarán a los colegas que durante más de un año trabajaron en las cinco bases rusas emplazadas en el territorio antártico.
"La travesía, de 180 días, nuestros científicos la aprovecharán para hacer importantes observaciones en el Atlántico y el clima", explicó el jefe de la Expediciones de Rusia para el Ártico y el Polo Sur, Valeri Lukin.
Según Lukin, en el puerto de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, el buque ruso recogerá a otro grupo de expedicionarios rusos, en su mayoría pilotos de helicópteros, mecánicos y conductores de tractores orugas, que se desplazarán vía aérea hasta ese país africano.
Entre las labores de esta expedición, la número cincuenta en la historia de la exploración rusa en la Antártida, Lukin subrayó la instalación de un nuevo laboratorio meteorológico y un centro de comunicaciones en la base Progress.
También se construirán pistas de aterrizaje que permitan la mayor parte del año la comunicación aérea entre las bases rusas emplazadas en el continente helado.
Rusia conserva actualmente seis de las ocho estaciones que tenía la Unión Soviética en el Polo Sur.
Cinco de ellas operan durante todo el año con cerca de 90 especialistas y la sexta funciona en verano, cuando los científicos rusos destacados en comisión de servicio llegan a 170.
La Antártida, con una superficie de 13.975.000 kilómetros cuadrados -sin contar la extensión de los glaciares- supone el 11 por ciento de la tierra firme del planeta y es más extensa que Australia.
