El Siglo de Torreón
Torreón, Coah.- Aún faltaba una hora para comenzar la competencia atlética cuando alrededor de tres mil corredores se encontraban ya en la línea de salida, a la altura de la Unidad Deportiva de Ciudad Lerdo; tal vez el regreso al horario de invierno confundió a varios participantes, quienes decidieron llegar muy puntuales a la cita.
La caravana de vehículos con rumbo a la Ciudad Jardín convirtió al bulevar Miguel Alemán en una arteria tan transitada como suele verse entre semana a partir de las 19:30 horas; de diferentes rumbos llegaban personas a la salida; la tercera Carrera Atlética 10 K Victoria convocó a un número impresionante de personas, quienes de alguna manera querían ser parte de la fiesta popular.
Quince minutos antes de las ocho de la mañana tomaron la salida los competidores en silla de ruedas y los de capacidades diferentes; a la altura del kilómetro tres la primera gran ovación fue para dos atletas invidentes, que a buen ritmo buscaban mejorar el tiempo registrado en 2004. De pronto apareció una simpática mujer con máscara de bruja, el ingenio se hizo presente y en esas condiciones esta participante empujaba la carreola con su pequeño bebé, que a esos momentos aún dormía plácidamente, a pesar del barullo propio de una fiesta de esta magnitud.
El Santo y Blue Demon también se hicieron presentes, como ya es una costumbre; Sergio Arreola trotaba a paso firme con el lábaro patrio en la diestra y poco a poco el grupo se estiró hasta encontrar a quienes tomaron la carrera como una forma de platicar amenamente a lo largo de casi dos horas; el tiempo que iban a registrar pasó a segundo término, lo importante era la convivencia y la forma muy sana de invertir 120 minutos del muy especial domingo.
El trabajo del comité organizador, como siempre, resultó de mucha calidad, con detalles mínimos, propios de un acontecimiento que reúne a seis mil participantes y un número mucho mayor de seguidores, a lo largo de los diez kilómetros del recorrido. ?Vamos compadre, muévete como anoche; pero qué tal ayer, la última y nos vamos?, fueron sólo dos de los gritos simpáticos que algunos corredores escuchaban durante el trayecto.
Grupo Modelo, al cumplir 80 años de exitosa vida, no podía fallar en esta fecha tan importante en su existencia; el viernes quizá fue un día difícil, porque no se pudo cumplir con la entrega de números y paquetes como se había anunciado; personal de la empresa que se contrató perdió el vuelo que sale muy temprano de la Ciudad de México con destino a Torreón.
Francisco Pérez Gavilán y Alfredo Alemán, así como todo el comité organizador vivieron momentos difíciles, pero finalmente el objetivo se cumplió, al lograr el éxito deseado en la primera carrera 10 K que en la Comarca Lagunera reúne a seis mil participantes.
Don Germán González, fiel a su costumbre, cubrió el recorrido, ya sin la velocidad de antes, pero sí con un mayor entusiasmo, el cual le fue reconocido a lo largo de los diez mil metros que ayer caminó sin forzar la máquina, junto a un grupo de amigos, y en una forma muy singular de disfrutar la fiesta.
Las diez de la mañana estaban muy cerca y por la calle Juan Pablos aún se veían corredores a punto de finalizar su recorrido. Personas de la tercera edad, algunos en silla de ruedas, y un pequeño de escasos siete años con evidentes defectos en una pierna. Ayer lo importante era llegar a tiempo a la meta de salida y disfrutar el recorrido de diez kilómetros; el tiempo a realizar pasaba a segundo término, el objetivo era muy diferente; la convivencia en un ambiente sano y festivo era lo principal.
Establecer nuevas marcas y ganar una buena bolsa, sólo era asunto de los corredores élite, quienes poco después de las diez de la mañana iniciaron su competencia alrededor del Bosque Venustiano Carranza; ahí Adriana Fernández, en la rama femenil y el keniano Reuben Cheruiyot, vieron cumplidos sus objetivos como atletas profesionales.
La fiesta popular de la Carrera 10 K Victoria, hoy sólo comparable con el Maratón de La Laguna, ha vivido una edición más; el único requisito para ser parte del festejo popular es salir a la calle y apoyar a los corredores que afanosamente buscan la meta, así sea económica, de establecer algún récord o por el simple deseo de pasar alegremente, y en un ambiente sano, dos horas de feliz esparcimiento.
