Depende de la óptica y necesidad de cada quién, pero lo cierto es que el golpe -o la bendición- ya está dado. Hoy sólo queda espacio para la recriminación, el aplauso y la justificación; los organismos cúpula de la Iniciativa Privada se encargan de lo primero, los beneficiarios del proceso de regularización de vehículos extranjeros con una antigüedad superior a los diez años (chatarra en los parámetros estadounidenses), lo segundo y Vicente Fox lo tercero.
El presidente defiende su decisión de aprobar la entrada de vehículos usados procedentes de Estados Unidos y Canadá, ya que esta acción beneficiará a todos los mexicanos en una forma “ganar, ganar, ganar” y rechazó que la regularización no sea otra cosa que apostarle a formalizar la ilegalidad: “no se trata de documentar la ilegalidad, para nada”, sentencia en su característico estilo de salir al paso de los reclamos.
Y como el golpe ya esta dado, sólo queda demandar que al menos se evite que el país se siga inundando de vehículos extranjeros internados ilegalmente. La Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) pide a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP) y a los gobernadores de estados fronterizos que intensifiquen la vigilancia y “blinden” puentes y carreteras limítrofes con Estados Unidos. El líder de los industriales en Torreón, Edgar Ríos Zapata, no pierde la oportunidad para precisar que “es decepcionante la actitud del Gobierno Federal, porque salió igual que los partidos que tanto criticó y peor aún, no le importó dejar desprotegida a la industria automotriz nacional”.
Mientras Fox se defiende y los industriales piden que al menos se intente evitar que la oleada de “chuecos” siga saturando las calles (y los talleres mecánicos) en todas las ciudades del país, la Asociación Nacional de Comerciantes en Automóviles advierte que, por lo pronto, los vendedores de vehículos seminuevos han recibido una estocada mortal y que muchos de ellos no tendrán otro futuro que desaparecer. En fin, golpe o bendición, pero ya está dado y habrá que encontrar la forma de superarlo.
