EL PAÍS
WASHINGTON, EU.- “Sin comentarios”, dijo la Casa Blanca. Se trataba de una conversación privada y no había nada que decir. Poco más tarde, el portavoz Scott McClellan aseguró que el presidente de Estados Unidos (EU) “nunca había hecho tales comentarios”. Y cerró el capítulo calificando la historia de “absurda”. Absurda o no, la “historia” tiene mensaje y mensajero.
El mensaje viene directamente de Dios y lo porta George W. Bush. O lo que es lo mismo, el presidente estadounidense cumplía una misión divina cuando lanzó la guerra contra Irak. Cada palabra del “mensaje divino” se recoge en un documental de la cadena pública BBC, cuya emisión comenzará el próximo lunes.
Era el año 2003 y habían pasado cuatro meses desde que EU invadió Irak. Bush se encontraba en el balneario turístico de Sharm el Sheij, en la península egipcia del Sinaí, con Nabil Shaath, ex ministro palestino de Exteriores y mediador en las conversaciones de paz en Oriente Próximo que se llevaban a cabo en ese momento.
A orillas del mar Rojo, Shaath asegura que el presidente de EU afirmó que estaba movido “por una misión divina”. Así lo relata ante las cámaras de la BBC Shaath, actual ministro palestino de información.
Según Nabil Shaath, Bush añadió: “Dios me ha dicho, George, ve y lucha contra esos terroristas de Afganistán. Y yo lo hice. Y Dios me dijo: George, pon fin a la tiranía en Irak. Y lo hice. Y ahora, siento aún la palabra de Dios que me dice: da un Estado a los palestinos y seguridad a los israelíes. Logra la paz para Oriente Medio. Y por Dios, yo lo haré”.
En aquella reunión de divinas confidencias también se encontraba Mahmoud Abbas, por aquel entonces primer ministro palestino y hoy presidente de la Autoridad Nacional tras la muerte hace casi un año de Yasser Arafat. Abbas recuerda para la BBC la reunión de Sharm el Sheij. Según el también conocido como Abu Mazen, Bush simplemente habría dicho: “Tengo una obligación moral y religiosa. Por tanto voy a darles un Estado palestino”.