El fuero es anacrónico y todo lo relacionado con el caso López Obrador indica una realidad innegable: debería desaparecer del esquema de prerrogativas para políticos y servidores públicos, pues en un país en el que se goza de mayores libertades como México, esto es obsoleto.
Eduardo Olmos Castro señala que “toda la movilización y problemas que se generaron para retirar un fuero, indican que no debe existir, eso es lamentablemente una característica que se dio en un sistema que tenía miedo al decir y al hacer”.
La política ha cambiado y “quienes nos dedicamos a ella no necesitamos fuero o una patente de corso para expresar o proponer lo que el país necesita”.
No es necesaria esta disposición, considerada en la Constitución Política, en un país que se precia de tener reformas o avances en acceso a la información, donde hay libertad de expresión de pensamientos e ideas en un marco de respeto a las instituciones y a los mexicanos, expresa el diputado federal priista.
