“La Mercadotecnia es tan básica que no puede considerarse una función por separado”... “Es el negocio total contemplado desde el punto de vista de su resultado final, es decir, desde la perspectiva del cliente” .
In memoriam de Peter Drucker, padre de la Administración Moderna
(1909-2005).
Los negocios no perdonan, saber si una empresa va a “pegar” o no es todo un juego de azar, sin embargo existen algunas directrices básicas que pueden hacer menos sinuoso el camino hacia el éxito o eventualmente, justificar el porqué un negocio no tuvo éxito.
Así pues, como los conocidos diez mandamientos que Dios entregó a Moisés para que los siguiera su pueblo; así también en el Marketing existen diez mandamiento que no deben de ignorarse.
1. Determine quién es su público. Así como en el primer mandamiento que Dios, ordenó a Moisés “Amarnos los unos a los otros y sobre todas las cosas” en los negocios lo más importante es saber quién es el público al que le voy a vender (así sean hombres o mujeres, jóvenes o viejos, ricos o pobres, casados o solteros, etc.) es el mandamiento más importante e ineludible. Se puede fallar en otros pero en éste...jamás.
2. Investigue la competencia. La primera pregunta es: ¿Hay competencia?¿Ya alguien hace o vende lo que yo pensaba vender?
3. Conózcase a sí mismo. Conocer nuestras fortalezas, debilidades y entender nuestro know-how o el porqué nuestros productos o servicios valdrían la pena es importante en asegurar clientes.
4. Planear. Establezca objetivos. De corto, mediano y porqué no; de largo plazo. A final de cuentas si no sabe a dónde va, menos va a saber dónde está ahora.
5. Sea creativo. La creatividad, inventiva, innovación o “chispa” es la eterna fuente de la juventud” de las empresas. Quién no está constantemente pensando que novedades ofrecer a sus clientes, cómo mejorar sus servicios y cómo rejuvenecer constantemente su negocio podría considerar que lo que ofrece es igual a los demás y por ende no vale la pena comprarlo.
6. Sea constante en todas sus acciones. Una característica del mexicano es que desea resultados rápidos, casi inmediatos; sin tener una visión y expectativa de largo plazo. Y los negocios son como hijos, no se ve su crecimiento hasta después de varios años.
7. Presupueste tiempo y dinero. Aunque la expectativa de un negocio sea de largo plazo, también hay que ponerle un plazo y un tope de recursos en aras de no terminar en el tiempo sin negocio y sin dinero. Así también no diga: ahí a ver cómo le hago, cualquier actividad con riesgo, como lo es una empresa; requiere de saber con cuanto y hasta cuando le va a entrar.
8. Diversifique: Productos, medios publicitarios, variedad de consumidores, etcétera. Es decir no ponga “todos los huevos en una misma canasta” es decir no dependa de un solo producto o de un solo cliente, “Tenga varias veladoras prendidas”.
9. Mida los resultados cualitativa y cuantitativamente. Dicen que si no es medible no sirve. Es decir si de una manera clara no puedo ver el resultado de mis esfuerzos, entonces, quizás estoy perdiendo el tiempo.
10. Sea flexible. Nada es perfecto, todo se puede mejorar, sea open mind, manténgase alerta a los cambios eso es lo único que es constante.
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