El pasado 12 de junio, el Gobierno Federal entendió que la situación que prevalecía en Nuevo Laredo, Tamaulipas, simplemente era insostenible. Del primero de enero hasta esa fecha, se habían cometido 65 homicidios, la mayoría de éstos relacionados directamente con el narcotráfico y sus ajustes de cuentas; en términos llanos, narcoejecuciones. Entonces se decidió demostrar toda la fuerza de que es capaz el Estado para frenar a los delincuentes y se instituyó el operativo pomposamente llamado “México Seguro”.
Agentes de la corporación de élite, la Agencia Federal de Invstigación (AFI), inundaron las calles de esa frontera, con apoyo del Ejército; retiraron a los sospechosos efectivos de la Policía Preventiva y se dieron a la tarea de asegurar el bienestar de las personas de bien -que afortunadamente es la mayoría- de esa convulsionada ciudad. El fracaso 41 días después, se puede constatar en el hecho de que las narcoejecuciones siguen a la orden del día y la suma de homicidios se eleva a 100. Tan simple que resulta documentar y dimensionar con realismo eso de toda la fuerza del Estado: en 41 días han asesinado a 35 personas, esto es, una cada 28 horas... con todo y AFI.
Los agentes federales asumieron entre sus funciones la de vigilar las calles, desplazando a la Policía Municipal que se mostraba impotente en su combate al narcotráfico, pero lejos, muy lejos de frenar a la delincuencia, ésta aumentó y desde la aplicación del plan de seguridad el número de muertes violentas se ha duplicado.
Hoy se puede señalar que de las 100 muertes violentas que van en el año, el 75 por ciento se atribuye al crimen organizado, 45 de éstas se dieron antes del inicio de “México Seguro” y 30 después. En promedio, antes del 12 de junio había una ejecución cada 87 horas y después de esa fecha hay una cada 33 horas. Dentro de las ejecuciones, los ataques a policías han sido los que más han subido; desde la implementación de “México Seguro”, se ha asesinado a un policía cada seis días, mientras que antes del operativo era asesinado un policía cada 20 días. No es necesario agregar más.
