EFE
BOGOTÁ, COLOMBIA.- En Puerto Cabezas, Nicaragua, “los niños se sumergen en el mar para ‘pescar’ paquetes de cocaína” de narcotraficantes colombianos, según comprobaron enviados del diario bogotano “El Tiempo” en un recorrido por la zona.
Por cada paquete los menores reciben 300 dólares, según la enviada del periódico colombiano, que asegura que las “FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y el Cártel del Norte del Valle tienen penetrada a Centroamérica para sus negocios de narcotráfico”.
La ruta periodística, cuyos resultados publicó ayer “El Tiempo”, cubrió poblados y costas de Panamá, Nicaragua y Honduras “y encontró cómo se mueven los contactos de los capos”.
Los menores, entre los 13 y 18 años, se clavan en el océano como delfines. No lo hacen por placer, lo hacen para “pescar” cocaína, los paquetes que llegan desde Colombia y son arrojados a esas aguas desde lanchas rápidas.
“Aquí buscamos los paqueticos y otros señores nos los compran o nos pagan por recuperarlos”, dijo uno de los menores a “El Tiempo”.
Los dueños de los embarques pagan unos 300 dólares por paquete recuperado y “el sistema les permite a los capos hacer traslados de su mercancía a otras lanchas” para proseguir la ruta. Casos similares se viven en Honduras, Costa Rica, Panamá y El Salvador, añade el rotativo.
El mismo diario señala que las autoridades de Nicaragua no tienen combustible “para poner a funcionar los radares y la mitad de los aviones que poseen (en total 29) tampoco están volando”. Según las cifras del Consejo Nacional de la Lucha Contra las Drogas de Nicaragua, añade el informe, “de 535 kilos de cocaína que se lograron incautar en las costas nicaragüenses en 1990, se pasó a seis mil kilos en 2004”.
Un fiscal delegado para narcóticos reveló a los periodistas que “los capos” son “tan hábiles para ganarse a la gente, que en algunas comunidades del Caribe les han hecho casas y hasta les han instalado la luz”. La situación de la frontera con Honduras tampoco es alentadora, señala el mismo matutino bogotano y precisa que “en los pasos de Guasaule, El Espino y Las Manos (ruta para llegar a Tegucigalpa), las bandas llamadas ‘maras’ asolan el camino”.
La mayoría de estas organizaciones “les trabaja a los ‘representantes’ de ‘narcos’ colombianos de renombre como Wilber Varela, alias ‘Jabón’”, uno de los jefes del Cártel del Norte del Valle, hoy la más importante asociación criminal de las drogas.
