El ambulantaje a nivel nacional es un problema que por mucho ha rebasado a las autoridades, quienes, en la mayoría de los casos, optan por hacerse de la “vista gorda” para no afectar sus intereses políticos. Debemos recordar que los líderes de estos grupos representan una importante cantidad de votos en días de elecciones.
Al problema del comercio informal debe sumársele la “piratería”. A pesar de ser un delito federal en las calles de todas las ciudades del país es posible ver establecimientos que venden artículos apócrifos sin ser en ningún momento molestados por elementos de la Procuraduría General de la República.
En este contexto, los últimos datos sobre la “piratería” musical son alarmantes: México ocupa el tercer puesto en la clasificación mundial de países con más volumen de mercado musical ilegal. Por delante se sitúan China y Rusia (en China el 90 por ciento de las copias que se vende es de tipo ilegal).
Las cifras hablan por sí solas: en 2003 se comercializaron en México más de 70 millones de discos ilegales, que representan un 60.5 por ciento del total del mercado musical nacional, sin considerar la “piratería” por Internet. Tan sólo el 39.5 por ciento corresponde a las ventas de discos originales. Mientras que en el año 2000 los diez álbumes que encabezaban las listas de popularidad vendieron tres millones de discos, el año pasado tan sólo llegaron a los 2.1 millones.
Ante este panorama el Operativo Sorpresa realizado ayer por las autoridades municipales de Gómez Palacio, es apenas un pequeño golpe a una industria ilegal que pone en riesgo la economía formal del país. Este tipo de acciones debe ser permanente, pero la responsabilidad recae sobre todo en las diferentes delegaciones de la Procuraduría General de la República.
Seguramente hoy lucirá el primer cuadro de Gómez Palacio limpio de vendedores “piratas”, sin embargo, no tardarán en volver, de ahí que las autoridades deben permanecer en alerta para mantener el Estado de Derecho y hacer respetar la Ley.