BANDERAZO DE SALIDA.- Romper un espejo y la mala suerte que ello significa es una de las supersticiones más antiguas que hay. Data desde las primeras épocas en que era difícil romper un espejo porque eran hechos de metal, y mucho antes, cuando los espejos eran pequeños depósitos de agua que reflejaban la imagen de la persona... Los primeros espejos fueron las aguas tranquilas de los lagos, o depósitos de agua donde la gente podía ver reflejada su imagen. Entonces se creía que la imagen reflejada en el agua indicaba detalles de la vida futura de la persona. Si el rostro aparecía distorsionado, roto en varios pedazos, se creía que el espíritu de un demonio poseía a aquella persona, si la imagen era clara, se aseguraba felicidad.
CURVA PELIGROSA.- Desgraciadamente, después se vio que cualquier soplo de aire podía alterar la superficie del agua y dar una falsa imagen de la persona, por lo que la interpretación de buena o mala suerte de la imagen reflejada en el agua se desechó. Cuando comenzaron los primeros espejos en la forma en que los conocemos hoy, muchos comenzaron a creer que la imagen que reflejaba no era de la persona, sino de su alma, pues se decía que el alma tenía una existencia independiente a la del cuerpo. Por eso, cuando se rompía un espejo, comenzó a decirse que aquel accidente afectaba a la persona que lo rompía, porque el alma de la persona se rompía también en mil pedazos y había varias amenazas, que iban desde la mala suerte hasta la muerte.
RECTA FINAL.- En la época en que florecieron las supersticiones y la magia, las brujas y las creencias extrañas, romper un espejo significaba estar embrujado y en peligro de ser poseído por un espíritu del mal. Se aseguraba que el espejo roto afectaba a la persona y que estaba en peligro de romperse un pie, perder un ojo y hasta quedar ciego. Se llegó a creer que los malos espíritus se alteraban y enojaban cuando se rompía un espejo, y atacaban sin piedad a la persona que había causado tal cosa. Se aseguraba que un espejo roto lastimaba a los espíritus, y que por eso se enojaban tanto. También llegó a creerse que romper un espejo podía ser un acto intencional, cuando una persona quería tener comunicación con los malos espíritus. Y que, por supuesto, aquella comunicación que se buscaba era para causarle daño a otra persona. Así que, si una persona rompía un espejo, se sospechaba que estaba relacionada con la hechicería y con el trato con seres desconocidos. Los chinos, por su parte, acostumbraban colocar los pedazos de un espejo roto sobre los ídolos que mantenían en sus casas. Pensaban que el poder de sus ídolos era mayor y más fuerte que el de los malos espíritus que aparecían con la rotura del espejo, y que así evitaban la acción de éstos.
META.- En algunos países, Irlanda entre ellos, y según lo reveló el comediante Bernard Shaw, los pedazos de un espejo roto debían unirse y pegarse de inmediato para evitar mayores males a quien lo había roto. Los espejos se colocaban al revés para que nadie pudiera ver su imagen reflejada en ellos. Tirar a la basura un espejo roto era una invitación a las peores desgracias, físicas y espirituales? Romper un espejo siempre ha sido una de las supersticiones más temidas por la gente. Con el paso del tiempo, se eliminaron a los malos espíritus pero subsiste el temor de la mala suerte, y comenzó a decirse que se tendrían siete años de infortunios. En realidad, romper un espejo es un accidente como cualquier otro, y lo mejor que se puede hacer es tirar los pedazos rotos al cesto de la basura y comprar otro. Pero las supersticiones están muy arraigadas en la historia y la leyenda, y la gente sigue creyendo en ellas.