BANDERAZO DE SALIDA.- Que la vida real supera a la imaginación lo prueba la historia de Carrie Munson quien, a los 62 años de edad y con una enfermedad incurable, celebró su propio funeral... Carrie vive en Milwaukee cuando se sintió mal y fue a ver al doctor, quien le dijo que tenía un cáncer muy avanzado y que su muerte era cosa de cuatro a cinco meses... Carrie fue a ver a otro médico y acabó en un hospital donde le confirmaron la triste noticia. Entonces, en lugar de sentarse a llorar lo irremediable, dedicó todo su tiempo a escribir la historia de su vida con el deseo de que sus hijos y nietos la leyeran... Cuando terminó el libro supo que aún le quedaba un mes de vida, y decidió que su libro terminara con su propio funeral.
RECTA FINAL.- Carrie escribió el capítulo que le hacía falta detallando cómo le gustaría que fuera su funeral, y haciéndolo parecer como que ya había sucedido... El libro no es sólo sorprendente por ese final, sino por lo que la autora revela de su vida: se hizo adicta a la heroína y para que sus parientes no lo supieran se mudó a una ciudad grande, donde se relacionó con gente de alto nivel cultural pero también adicta a las drogas... Carrie trabajó como comentarista de jazz en una estación de radio. Su hijo John conocía su problema y él atendió el funeral como representante de su propia madre... ?Mi libro va a servir a los jóvenes para que vean cómo la adicción de las drogas no es nada bueno; degrada a la persona, la lleva a submundos poco conocidos, hace que pierda el respeto por sí mismo? dijo escrito.
META.- Cuando toda la historia se conoció muchos pensaron que era un truco publicitario para vender bien el libro, pero Carrie dijo con tristeza que no: ?voy a morir, y eso es tan cierto como que hay un Dios que lo sabe. Decidí escribir mi vida porque fue la mejor manera que encontré de tener mi mente ocupada en otra cosa que no fuera mi muerte. Si ahora me ofrecen una pequeña fortuna por lo que escribí, bienvenida, pues le servirá a mi hijo para acabar sus estudios. A mí sólo me quedará la satisfacción de aconsejar a todos los jóvenes a no caer en las garras del vicio?... Ésa es la historia de Carrie Munson, que fue una mujer de color negro, pelo corto, grandes lentes, y mirada triste.