BANDERAZO DE SALIDA.- Frases ingeniosas de Emilio Fortunato: ?El sordo abre los ojos más para oír mejor?, ?Arrojarse al abismo es una precipitación?, ?Nada es más triste que ser pequeño sin ser enano?. * Donna Karam, modista de altos vuelos y hermosa mujer, da el siguiente consejo a las damas: para quitar el color marrón a sus pantimedias, sumérjalas en agua mezclada con una cucharada de café instantáneo, y póngalas a hervir unos minutos. Si las quiere de tono más claro, en lugar de café use té. * En las fiestas de la gente de vanguardia se acostumbra regalar a los invitados cámaras desechables para que se tomen entre ellos fotos chuscas que luego se intercambian. Al parecer, es muy divertido.
CURVA PELIGROSA.- Más frases ingeniosas de Emilio Fortunato: ?Arnold Schwarzenegger, es apellido o gárgara gramatical??, ?Si a un bombero le da apetito, la boca se le hace agua?. * Donald Trump, el millonario de los escándalos, sabe para qué es el dinero. Acaba de comprar un avión Boeing 727 que es el más lujoso del mundo, cuyo interior está cubierto con paneles de cedro y láminas de metal bañadas en oro de 18 kilates que costaron medio millón de dólares. La nave, que costó 30 millones de dólares, tiene varios lujosos salones y habitaciones con paredes de maderas preciosas. El baño de Trump tiene llaves de agua de oro. A bordo hay un cine y tres sistemas de video, y aunque Donald no bebe, tiene un bar bien surtido para sus amigos.
RECTA FINAL.- ?Están verdes los reporteros amarillistas que escriben notas rojas?, es otra frase del buen Emilio Fortunato. * Para bodas colectivas, las que se celebran en Seúl, Corea. La última unió a 72 mil parejas, muchas de las cuales no se conocían pues su unión fue arreglada por sus padres y parientes, según la costumbre asiática. * Pero, ante una enfermedad grave, lo mejor es tener una salud de hierro. * No lo divulgue, pero con el nacimiento de Leonor, la heredera del trono español, se acabaron los rumores crecientes de que Letizia, su mamá, era estéril.
META.- Escandaliza a Washington el libro recién publicado de Martin Fizwater titulado Llamen al Jefe, donde relata lo que vio en la Casa Blanca cuando fue ayudante del presidente Reagan y de su esposa Nancy. Lo menos que dice es esto: Ronald Reagan era un corderito ante su esposa Nancy, que lo callaba con una sola mirada. Si alguien se atrevía a contradecir a la Primera Dama, o sólo a caerle mal, su cabeza era cortada enseguida sin complicaciones. * Si quiere usted conocer a grandes figuras femeninas en su propio jugo, por no decir sudor, cuando vaya a Nueva York dése una asomadita el gimnasio Exude, en el East Side de la ciudad, al que acuden a quemar grasa, entre otras Demi Moore, Paula Abdul, Joan Collins, y una docena más.
