La mujer posmenopáusica generalmente sufre de síntomas urogenitales que se presentan como consecuencia de la deficiencia estrogénica; a este fenómeno se le conoce como envejecimiento urogenital. Se presenta pérdida gradual de los tejidos del área genital, sobre todo en la región vulvar, que traen como consecuencia el aplanamiento del monte de venus y la disminución de la firmeza de los labios mayores. También hay disminución de las rugosidades de la pared vaginal que vuelven más delgados y menos elásticos su revestimiento; la pagina se alarga y su amplitud disminuye, al igual que su capacidad para expandirse. El flujo de lubricación, que normalmente ocurre con rapidez en la mujer joven durante la fase de excitación sexual, aparece con más lentitud y su cantidad disminuye. Las secreciones vaginales tienden a ser menos ácidas, incluso en ocasiones llegan a ser francamente alcalinas; estos cambios en la acidez alteran la flor bacteriana y hacen que la mujer posmenopáusica se vuelva más susceptible a las infecciones bacterianas.
Además, el descenso de los estrógenos durante esta etapa disminuye el flujo sanguíneo en las vías urogenitales bajas, lo que ocasiona molestias. Cabe señalar que se han encontrado receptores de estrógenos y progesterona en la uretra femenina.
El 48 por ciento de las mujeres de 60 años de edad presentan alteraciones vulvovaginales; 29.2 por ciento sufren incontinencia urinaria y el 13 por ciento presentan infección urinaria recurrente.
La causa más significativa de las alteraciones vulvovaginales se traduce en insuficiencia en la producción de estrógenos, que afecta directamente al tejido conectivo, específicamente los ligamentos uterosacros, lo que provoca una disminución importante del soporte de los órganos pélvicos que puede ocasionar prolapsos (caída); también aparece incontinencia urinaria. Como reacción secundaria al descenso vesical se presenta orina residual; el epitelio urogenital se vuelve rígido y atrófico y como ya se mencionó, al descender el ph vaginal se favorecen las infecciones en vagina y vejiga.
Las infecciones de las vías urinarias bajas son muy frecuentes en la mujer posmenopáusica; también es muy común la caída de la cúpula vaginal en aquellas mujeres que han tenido histerectomía y atrofia urogenital grave durante el periodo posmenopáusico
Por eso la importancia de acudir al médico frecuentemente para la prevención o al surgimiento de cualquier síntoma para su tratamiento adecuado.
Invito a todas mis pacientes señoras y señores en general, con afición a la pintura a participar en una exposición nacional a celebrarse en el Congreso de Ammom en el mes de abril de este año y posteriormente hacer una gira en toda la República Mexicana dando a conocer las pinturas con los créditos para cada autor.
Además un importante laboratorio farmacéutico premiará a los tres primeros lugares un viaje para dos personas por tres días y dos noches a un destino de playa. Participa.
Mayores informes a los teléfonos 729-04-11 y 730-11-66.