¿CÓMO ESTÁN FORMADOS NUESTROS HUESOS?
Los huesos largos contienen dos tipos de hueso; trabecular (esponjoso) y cortical (compacto). Las epífisis que son los extremos de los huesos largos y contienen grandes cantidades de hueso trabecular o también llamado esponjoso, mientras que la diáfisis (parte media del hueso) es principalmente hueso cortical o compacto. Los huesos cortos (de las manos y de los pies) tienden a estar hechos de hueso trabecular y cubiertos por una capa fina de hueso cortical, los huesos irregulares (como los huesos de la columna) varían en la cantidad de hueso cortical y trabecular.
Hueso cortical o compacto. La mayor parte del esqueleto es hueso cortical o compacto. Este tipo de hueso está compuesto con minerales y es responsable de darle la rigidez y su estructural a los huesos.
Hueso trabecular (esponjoso). A diferencia de la estructura del hueso cortical, el hueso trabecular o esponjoso adulto es una red compleja de placas y tubos (trabéculas) curvados que se entrecruzan. Los espacios en y alrededor de las trabéculas contienen médula ósea. Aquí es donde las células sanguíneas se forman.
El hueso trabecular es aproximadamente diez veces mayor que la del hueso cortical. Además, la actividad metabólica del hueso trabecular es cinco a ocho veces mayor a la del hueso cortical, esto explica por qué las afecciones al hueso (como la osteoporosis) tienen un mayor efecto en el hueso trabecular que en el hueso cortical.
Pese a su aspecto poroso y volumen relativamente pequeño, la arquitectura del hueso trabecular lo hace muy adecuado para resistir fuerzas de compresión y para proporcionar fuerza y flexibilidad al esqueleto.
Signos y síntomas
Inicialmente la osteoporosis no produce signos o síntomas, por lo que se considera como una enfermedad oculta o silenciosa; en etapas avanzadas las manifestaciones se relacionan con el progreso de la osteoporosis y la aparición de fracturas principalmente en muñeca, columna y cadera.
La sospecha clínica de este padecimiento deberá tenerse en cuenta cuando el paciente menciona una pérdida mayor de 3.5 cm. de estatura o la disminución de dos cm. de estatura registrada de manera adecuada (en el consultorio).
Otro dato clínico es cuando se observa en la exploración física cifosis (joroba), ya que es muy frecuente estar relacionado con fracturas vertebrales.
Cerca de las dos terceras partes de las fracturas de columna no se diagnostican clínicamente, pudiéndose diagnosticar con estudios radiográficos simples de columna torácica y lumbar.
Tratamiento
El mejor tratamiento de la osteoporosis es la prevención. Una ingesta adecuada de calcio y el ejercicio físico durante la adolescencia y la juventud, puede incrementar el pico de masa ósea, lo cual redunda en una reducción de la pérdida de hueso y un menor riesgo de fractura en años posteriores.
Aquí sólo se comentarán las recomendaciones en términos generales en la mayoría de los casos. Por supuesto habrá recomendaciones específicas para pacientes específicos, en ellos, habrá de ser especialmente cuidadoso.
Intervenciones no farmacológicas.
Dieta
Una dieta adecuada repercutirá en una buena salud en general y sobre todo de sus huesos. Es importante que sea balanceada en proteínas, grasas y carbohidratos, incluyendo un buen aporte de los nutrientes esenciales como las vitaminas y los minerales. Los excesos deben de ser evitados.
Calcio
El calcio es necesario para alcanzar una masa ósea máxima y su aporte también influye en la velocidad con que se pierde. Desde hace varias décadas, existen múltiples evidencias que comprueban su efecto positivo sobre el metabolismo óseo en ambos sexos y en todas las edades.
Al no producirse en el organismo, sus niveles dependen de la absorción a nivel del intestino del calcio que lo contienen diversos alimentos sobre todo leche, verduras, frutas, etc. Por otra parte, el aumento de la ingesta de proteínas animales, cafeína y sal, aumentan su eliminación. Es un nutriente cuya ingesta varía de acuerdo a la etapa de la vida y sexo.
