La primera vez que tuve un encuentro con ciertos síntomas que me llevaron a ver al médico, fue a los 46 años, el cual me dijo que esos síntomas que tenía se le llamaba climaterio, o sea la preparación de mi cuerpo para la menopausia. Después de unos estudios especiales el doctor me dice que hay un medicamento que va a aminorar los síntomas y éste son las famosas hormonas.
Al comenzar con mi tratamiento con la advertencia de que por lo menos cada año debía hacerme el papanicolau y la mamografía. Todo marchaba muy bien yo gozaba de buena salud tanto física como emocional durante cinco años, en los cuales me decían muchas cosas de las hormonas, pero yo contestaba que a mí me había ido bien.
Un día viendo televisión anunciaron una medicina alternativa hecha con cosas naturales, y al escuchar las maravillas para lo que servían, y sobre todo que no había el peligro de ocasionar un cáncer, al contrario de las hormonas, que dicen éstas sí te pueden ocasionar cáncer; bueno pues las mandé traer, y al cabo de ocho meses de tomarlas mi organismo fue decayendo, al grado de que empecé a ser una sombra de la mujer que era, triste y lo que es peor achacosa, siempre me sentía mal cuando no me dolía una cosa me dolía otra o si no me deprimía.
Hasta que un día me dije: no puedo seguir así, tú no eres la misma mujer de antes, productiva, alegre, animosa, me di cuenta que a mis 52 años parecía una de mayor edad y que no sólo eso, sino que por todos mis achaques que entre paréntesis son verdaderos, no son inventados como algunos piensan, a mi familia, a mi trabajo, hasta las amigas les comienza a aburrir, y eso no es lo que quiero, entonces pensé; si me dicen que sin hormonas voy a vivir 20 años, pero con todos los malestares propios de la menopausia y ojo es la etapa en la cual también hay una incidencia grande de divorcio, precisamente por el poco entendimiento que existe por parte de la pareja o por la paciencia que se requiere para sobrellevarla.
Por todo esto pensé ¿Qué prefiero? Vivir diez años posiblemente menos (no hay una seguridad que me pueda dar cáncer) pero con una perfecta calidad de vida, disfrutando de cada momento con mi pareja, mis hijos y no quejándome todo el tiempo y un día recuerden a la esposa y madre alegre y feliz disfrutando de todo lo que la vida le ofrece (hasta la menopausia) y si para que pase todo esto me lo proporciona tomar las hormonas pues adelante, con la conciencia de que debo revisarme periódicamente y llevar una vida sana.