El alcoholismo en los jóvenes va a la alza porque, en la actualidad, las bebidas embriagantes están cada día más al alcance de este sector de la población, expone Roberto Escárcega Montañez, director de los Centros de Integración Juvenil Durango (CIJ).
Comenta que de acuerdo con una investigación realizada por los CIJ en el ámbito nacional, un 73 por ciento de los jóvenes entre los 14 y 18 años que toman es porque les gusta el sabor de las bebidas alcohólicas, el 58.5 por ciento lo hace por diversión y placer, el 15 por ciento para olvidar problemas personales, el 12.9 para sentir emociones nuevas y el 11.2 por ciento para superar la timidez y relacionarse.
Declara que en el mes de mayo, atendieron a 145 personas, de las cuales 120 tuvieron como droga de inicio el alcohol y el tabaco, lo cual es un factor que debe tomarse en cuenta, ya que las estadísticas existentes reflejan que se reduce la edad en la que los adolescentes tienen su primer contacto con el alcohol, que suele ser a los diez años.
?El peligro está en que los jóvenes empiezan a consumir a edades tempranas el alcohol y el tabaco, a los 15 años ya van ser alcohólicos crónicos o bien ya cambiaron a una droga ilegal como la marihuana o el ?cristal? ?, dice.
El informante complementa que en la sociedad prevalecen ideas tales como que los jóvenes han perdido los valores y, por ende, consumen esta clase de sustancias legales, aunque, en realidad, la problemática es mucho más compleja.
?Las razones que aparecen en primer lugar para tomar bebidas embriagantes se refieren al ámbito placentero, a la diversión, al hecho de que conforma un hábito entre los jóvenes sin necesidad de buscar mayores explicaciones de ámbito carencial, sea en lo social?, indica.
Y es que, a decir del entrevistado, los malos hábitos alimenticios de los menores de edad, que gustan de comida ?chatarra?, así como muy ácida, influyen a tener una mayor tendencia a disfrutar de las bebidas alcohólicas.
?Inician dándoles desde muy temprana edad refresco, alimentos ?chatarra? con dulces muy ácidos, cuando llegan a la edad preadolescente les gusta más rápido el sabor del alcohol. Tenemos que hacer una campaña para que estén conscientes de los daños que ocasionan estas bebidas?, subraya.
El alcohol, abunda, es parte de la vida de los muchachos y, por lo general, es considerado como un elemento indispensable de las festividades. ?Es la influencia de la sociedad en la que vive que está detrás de unos hábitos y modos que tiene, en el caso de los jóvenes, la presión adicional de su grupo de referencia, sus amigos?, añade.
Escárcega Montañez revela que los jóvenes tienen ciertos estándares de consumo, ya que es raro que tomen en solitario como sucede con la población adulta. Ingieren en grupo, pero en un espacio donde están ellos solos.
?El modo de consumo de los jóvenes se caracteriza por una doble segmentación: espacial, tienen sus lugares propios de encuentro y consumo así como temporal, los fines de semana, fiestas locales, entre otras?, detalla.
CONTRAPARTE
Los CIJ preguntaron a jóvenes su razón para no tomar.
-El 58.5 argumenta que tiene efectos negativos para la salud.
-E l45.5 por ciento por la pérdida de control y efectos desagradables.
-El 33.3 por ciento por el riesgo de provocar accidentes graves.
-El 30.9 por ciento por los efectos molestos, tales como la resaca.
FUENTE: Centros de Integración Juvenil Durango.
