Planeó su plagio por resentimiento hacia su padre, asegura la trabajadora de la salud.
Se esclareció un supuesto secuestro de una mujer que planeó su plagio para darle una lección a su padre; inclusive, habló por teléfono, con voz fingida, para pedir un rescate de 100 mil pesos.
Elementos de la Policía Ministerial llevaron a cabo una movilización el martes por la mañana, luego de que los familiares de Érika Guadalupe Hernández Macías, de 30 años, la reportaran como secuestrada, descubriendo finalmente que se trataba de un autoplagio.
Érika Guadalupe, quien se desempeña como enfermera en el Hospital General, salió por la mañana del martes rumbo a su trabajo y horas más tarde de la misma clínica hablaron a su casa para avisar que no había llegado a laborar, razón por la que empezó la preocupación de sus padres.
Unos minutos más tarde, en la casa de los progenitores de la enfermera, se recibió una llamada diciendo que tenían secuestrada a Érika y que si no les daban 100 mil pesos la privarían de la vida.
Acto seguido, vía telefónica, llamó Érika diciendo que cuatro sujetos la tenían secuestrada y que a pesar de que les recalcaba que no contaban con suficiente poder económico exigían la cantidad citada.
Con voz de desesperación, Érika le pedía a su padre que la ayudara, pues tenía mucho miedo y que en caso de que la mataran le encargaba a su hijo.
Esta serie de llamadas preocupó a sus padres, por lo que acudieron a las autoridades y su propio hermano, Vladimir, interpuso la denuncia formal del secuestro, proporcionando todo tipo de datos de la enfermera, para su pronto rescate.
Los agentes especializados en el combate del crimen organizado iniciaron con trabajos de intercepción de líneas telefónicas, logrando ubicar la zona de donde se hacían las llamadas, desde un teléfono público.
La ultima llamada que recibieron los familiares fue en donde les daban el punto exacto para dejar el dinero solicitado, siendo éste en una especie de monte cercano al puente del Arroyo Seco, explicando más características de cómo querían que se llevara a cabo la entrega, obviamente, señalando que no fueran a dar aviso a las autoridades para no entorpecer el trato.
La cita se llevó a cabo en el lugar y hora indicada, los agentes de investigación, colocados en lugares estratégicos para no levantar sospecha, vigilaban el lugar donde se dejó el maletín, aparentemente lleno de dinero, hasta que se acercó una mujer con las características de la desaparecida, y al aproximarse los ministeriales se dieron cuenta de que era la misma persona de la foto que les habían entregado sus familiares.
Al detenerla y tomarle su declaración, se observaron varias contradicciones en la forma como supuestamente fue abordada por cuatro sujetos, y del lugar donde la tenían escondida; sin embargo, al final tuvo que decir la verdad y aceptar que ella misma había planeado su secuestro.
Dijo que lo hizo para darle una lección a su padre, a quien le guarda resentimiento por haberla maltratado desde niña.
Ahora, la enfermera está a disposición de las autoridades correspondientes por llevar acabo este tipo de chantajes y provocar la movilización de los elementos de seguridad.
Chantajista
Planeó su propio secuestro para preocupar a su padre en respuesta al maltrato recibido por él
Nombre: Érika Guadalupe Hernández Macías.
Edad: 30 años.
Profesión: Enfermera.
Delito: Por determinarse.
Lugar de la comisión de la falta: Durango, Dgo.
Autoridad auxiliadora: Policía Ministerial.
FUENTE: Procuraduría General de Justicia del Estado de Durango.