Se pone en riesgo la salud de los derechohabientes con las carencias que enfrenta la institución
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) está a punto del colapso, pues ante las carencias que registra se pone en riesgo la salud de los derechohabientes, denunció el secretario general del sindicato, Ramón García Jiménez, quien aseguró que los trabajadores cumplen a pesar de la carga laboral; por lo tanto, se deslindan de toda responsabilidad.
Y es que ante el congelamiento de la bolsa de trabajo desde junio del 2004, la falta de personal de suplencia, la infraestructura del Hospital Regional insuficiente, desabasto de medicamentos, entre otras cosas, se vislumbra un año 2005 caótico, resaltó el también galeno.
Acotó que por parte del sindicato iniciarán una campaña con carteles y folletos en cada unidad de medicina para informar a los pacientes que las fallas no son causadas por negligencia, sino por los pocos recursos económicos que poseen.
Dicha situación es el resultado de una mala administración de la dependencia federal durante varios años atrás, añadió para después comentar que el pasado fin de semana enfrentaron serios problemas en el nosocomio regional ante la falta de anestesiólogos. ?No hubo dinero para contratar personal; entonces, si llegaba alguien con una urgencia no habría quién lo operara?, platicó.
García Jiménez expresó que después de las reformas realizadas a la Ley del IMSS, se dijo que la situación mejoraría, pero hasta la fecha no se han visto resultados satisfactorios. Señaló que a nivel nacional, con el congelamiento de la bolsa de trabajo, se impidió la contratación de 41 mil personas, entre médicos, enfermeras, intendentes, etcétera.
?Estas reformas vinieron a complicar la situación, porque es totalmente falso que una vez que se cambiaron estos dos artículos estaríamos mejor; ellos no han podido ejercer esas modificaciones para poder subsanar el retraso laboral que tienen?, destacó.
En el caso específico de Durango, declaró que 570 personas están en la espera de poder ser matriculadas y, así, laborar en el instituto. ?Esto nos está pegando duro en lo que refiere a la atención médica porque hay sobrecargas de trabajo, no se suple al trabajador que sale de vacaciones o que faltó, que pidió permiso y esto repercute en la atención?, dijo.
Pero además, el recorte presupuestal para el presente año conlleva consecuencias funestas para quienes menos tienen la culpa: los enfermos. ?El problema es que ni se contrata gente para cubrir las incidencias programadas y no programadas y hay muchas plazas sin techo financiero que no se están cubriendo porque no hay el recurso, esto se está colapsando, será un año muy difícil?, agregó.
Por lo tanto, las personas aseguradas en esta institución deben exigirle a los directivos del mismo un buen servicio, no tanto a los trabajadores, quienes cumplen con su jornada pese a las múltiples deficiencias en el equipo y la saturación, según el líder sindical.
?Los trabajadores no somos los responsables de la situación que se vive en el IMSS, les preocupaba mucho legislarnos, ya lo hicieron, entonces ¿dónde está la lana?, ¿dónde están las mejoras que dijo Santiago Levy? Nosotros no administramos el dinero?, enfatizó.
CAOS
Mejorable
Aunque el primero de enero del 2005 se registró poco movimiento en las calles de la ciudad capital, en la sala de urgencias del Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) estuvieron presentes cientos de personas para recibir atención médica.
La afluencia fue considerable, en especial, se vieron madres angustiadas con sus hijos en los brazos que solicitaban que alguien les atendiera. Pero según manifestó el pediatra en turno en el área de Urgencias, la estancia en el nosocomio es como ?el banco?, es decir, hay que esperar el turno y si no les gustaba el servicio brindado, podían llevarse al paciente a una clínica privada.
Con la angustia del ser querido en malas condiciones físicas, pues algunos tenían fiebre, diarrea o estaban deshidratados, muchas personas optaron por salir del nosocomio y gastarse su poco dinero en la consulta con un médico externo.
Otros tantos se fueron al Hospital Municipal del Niño, pero los que no tuvieron mayor opción esperaron hasta que el galeno, quien argumentó tener una sobrecarga de trabajo, fue a revisar a los menores de edad.