Al año, un millón de niños abandonan prematuramente sus estudios de educación básica, pero este fenómeno no tiene como causa factores relacionados con la pobreza, sino porque la escuela mexicana no es capaz de crear un ambiente atractivo.
Tales reflexiones autocríticas las hizo ayer Jesús Álvarez Gutiérrez, conferencista del Primer Congreso Nacional de Formación Docente, al exponer el tema ?Los profesionales de la educación en el contexto de la gestión educativa?.
Ante maestros y estudiantes normalistas de ocho estados del país, reunidos en el Teatro Ricardo Castro, sostuvo que la escuela mexicana se caracteriza por ser homogenizadora porque no resulta pertinente para atender las necesidades particulares de cada estudiante ni de grupos sociales específicos.
Afirmó que parecería que el supuesto detrás que se ha armado del sistema educativo es que todos los niños son iguales, y por lo tanto se pueden juntar en grupos de edades y el maestros tiene que exponer un clase promedio a niños del mismo tipo.
Es así como una gran cantidad de niños, especialmente los de origen humilde, obtienen bajos aprovechamientos en sus estudios, lo que conduce a la repetición, al fracaso y a la salida prematura de la escuela.
El expositor afirmó que el país puede presumir que se ha conseguido que todos los niños de seis años de edad entran a la escuela, al menos al primer grado de primaria; sin embargo, agregó, ?hay que reconocer que solamente el 60 por ciento logra terminar la secundaria, que es la educación básica que como sociedad pensamos que requieren para darle al joven las herramientas fundamentales para tener una vida digna, competir, producir y compartir?.
Pero destacó que ese 60 por ciento significa un millón de niños que dejan la escuela. ?Siempre escuchamos a las autoridades educativas presumir que tenemos 25 millones de niños en educación básica, pero nunca las oímos decir que perdemos un millón de niños cada año y que se acumula el rezago educativo?.
Para el conferencista, la escuela se ha convertido en una institución que conduce a la exclusión social, porque no logra crear el ambiente para que los niños no abandonen sus estudios, de acuerdo con diagnósticos que ha realizado por años la Secretaría de Educación Pública.
Dijo que se han hecho estudios para descubrir el ?hilo negro?, de que el bajo aprovechamiento escolar obedece a que los niños son pobres; sin embargo, las encuestas de la SEP a infantes que han desertado indican que solamente un cinco por ciento atribuye el abandono de sus estudios a condiciones de pobreza, y si el 95 por ciento expresa que su salida de la escuela es porque no les gustó, no le entendieron al profesor, o porque lo aprendido no les servía de nada en su vida cotidiana.
Álvarez Gutiérrez señaló que estos hechos están relacionados con fenómenos producidos por la propia escuela; y esto nos conduce a hacer una severa autocrítica de ?si no hemos hecho suficientemente atractiva la escuela para los niños?; de hacerlo, dijo, la escuela mexicana podría marca la diferencia para esos menores.
Marco Antonio Savín Castro afirmó que las escuelas normales del país tienen que diversificar su oferta educativa o definitivamente van a morir.
Después de dictar su conferencia ?Situación actual de las instituciones formadores de docente?, dentro del Primer Congreso Nacional de Formación Docente organizado por la Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado, señaló que hay opciones como abrir los programas de licenciaturas en educación indígena o en educación especial, de acuerdo con las necesidades propias de la entidad y a un buen estudio y proyección, entre otras medidas de regularización de la matrícula escolar.
Por otra parte, opinó que la educación gratuita en México es una mentira porque el dinero para educación proviene de los impuestos que paga la ciudadanía.
1 millón de niños abandonan prematuramente sus estudios básicos al año