Lamentan campesinos y comerciantes falta de apoyo y mantenimiento de las autoridades
Con accesos casi intransitables, baja afluencia y el olvido de las autoridades, la Presa Guadalupe Victoria recibió a cientos de visitantes que año con año acuden durante este periodo de Semana Santa, ante la imposibilidad de salir fuera de la ciudad de vacaciones.
A la par, habitantes de comunidades como El Durazno se quejan de la falta de agua potable y pavimento además de la proliferación de expendios de bebidas embriagantes que venden a toda hora del día, sin importar la edad de quienes las adquieren.
Luego de pasar el puente de Arroyo Seco por Prolongación Primo de Verdad inicia el sufrimiento de los paseantes ante los hoyancos que hay hasta el entronque a El Pueblito.
Desde temprano, camionetas con diversas mercancías, que van desde fruta hasta alimentos preparados, se dirigen a la presa y conforme pasan las horas todo tipo de vehículos con familias empiezan a ocupar su lugar predilecto, ya sea cerca de las aguas del lugar o en las riveras del río cerca de la cortina.
Un vehículo de Seguridad Pública con varios elementos mantiene la vigilancia por cualquier tipo de violación administrativa, mientras otra unidad realiza rondines en los tres kilómetros de camino a la presa.
El agente encargado del puesto de vigilancia, José Rosario Flores Garvalena, manifiesta que por las mañanas el sitio de recreo al que acuden muchas familias generalmente es tranquilo; todo lo contrario por la tarde, cuando algunos conductores y visitantes ya están ebrios y causan desmanes.
En el último kilómetro todos los vehículos deben hacer alto total para poder circular por el camino, a la altura de El Durazno.
Felipa Reyes, vecina del poblado, señala que cuando se ha pavimentado siempre se llega hasta las inmediaciones de una conocida disco, de ahí en delante todo el pavimento está desgastado.
?Así no es posible alentar que vengan los visitantes, lo inaccesible provoca que los fines de semana sólo acudan estudiantes y juniors a tomar y sólo para hacer desorden?, comentó.
Don Matías González, habitante del lugar desde hace más de 30 años, indica que al ser una comunidad pequeña existen varios expendios de cerveza y uno que recientemente acaba de abrir, los tres de la misma dueña que opera con una sola patente. Lo anterior fue posible constatarlo ante la afluencia de jóvenes y personas adultas que adquirían cerveza a discreción.
Más adelante, en las orillas de la presa, son las 12:00 horas y la afluencia de paseantes no es la esperada, ni para los comerciantes ni para el campamento de Protección Civil. El aire hace poco favorable la permanencia de las familias y el agua fría no invita a meterse a nadar.
Gustavo Paredes, comandante operativo de Protección Civil Municipal, señala que a comparación con el viernes pasado, la presa Guadalupe Victoria está casi desierta, pues al parecer la facilidad para llegar al paraje de Tres Molinos acogió las preferencias de una buena cantidad de familias, aunque no de todas.
Comentó que los campamentos y rondines por lugares de recreo permanecerán hasta hoy por la tarde, sin que se haya presentado algún incidente de consideración, sólo el caso de las menores Norma García Centeno y Miriam Vega González, de 10 y 16 años de edad, quienes estuvieron a punto de ahogarse en las aguas de Tres Molinos, pero fueron rescatadas por elementos de bomberos sin que pasara a mayores.
Para Juana María Robles, dueña de uno de los puestos de comida en la presa, hace falta mayor promoción por parte de las autoridades para hacer llamativo el lugar, sin dejar de mencionar el embellecimiento. Aunque ya pasa del mediodía, la entrevistada conserva la esperanza de que al atardecer mejoren las ventas, como fue durante el viernes, de lo contrario no habrá valido la pena el invertir ese día para vender.
A pocos metros de la cortina de la presa, el estacionamiento a la entrada del río está casi vacío, hay pocos paseantes, pues ahora la novedad de estos lugares no fue la misma de años anteriores.