EL PAÍS
CISJORDANIA.- Loai Assadi, de 32 años, jefe supremo del movimiento fundamentalista palestino Yihad Islámica en Cisjordania, fue abatido ayer por las tropas israelíes en el transcurso de una incursión en la ciudad de Tulkarem. Assadi, uno de los milicianos palestinos más buscados por los israelíes, estaba acusado de haber planificado dos atentados terroristas en Netanya, uno un centro comercial, el otro en una discoteca, que se causaron la muerte a 15 personas, y por haber colocado también una bomba en una discoteca en Tel Aviv.
La operación militar contra el jefe de la Yihad se inició ayer por la madrugada, cuando centenares de soldados, protegidos por vehículos blindados, penetraron en la ciudad palestina de Tulkarem, se dirigieron a uno de los suburbios y rodearon la casa propiedad de la familia de Loai Assadi.
La presencia de las tropas originó un largo tiroteo que se prolongó durante varias horas y que finalizó con el alba. La operación se saldó con la muerte de Assadi y de otro activista. Otros siete miembros del grupo fueron detenidos. Asimismo dos soldados israelíes resultaron heridos en la operación. La muerte de Loai Assadi provocó la cólera de los dirigentes de Yihad Islámica, que anunciaron desde Gaza su intención de vengar a su líder y “dejar que la calma se vaya al infierno”, en una alusión directa a la tregua que las milicias palestinas declararon el pasado mes de febrero y que se comprometieron a mantener hasta finales de año.
Pocas horas después de la sangrienta incursión de las tropas israelíes en Tulkarem, las milicias de Yihad pasaron a la acción en la Franja de Gaza y lanzaron varios misiles artesanales sobre los alrededores de la ciudad israelí de Sderot, situada al otro lado de la frontera.
Según fuentes palestinas, varios de los misiles fueron lanzados desde la localidad de Beit Hanun, en el norte de Gaza. Aunque los misiles no causaron daños, los palestinos temen que puedan servir de excusa para un nuevo ataque israelí contra la población palestina, similar al registrado hace dos semanas.