EL UNIVERSAL-AEE
ROMA, ITALIA.- El Papa Benedicto XVI dijo ayer que las libertades religiosas no están garantizadas todavía en todos los lugares del mundo.
El pontífice añadió que unos 40 años después que el Concilio Vaticano II presionara en demanda de libertad de culto en todo el mundo, el asunto sigue teniendo hoy relevancia.
“El concilio insiste en la libertad de culto, que debe estar garantizada tanto para los individuos como para las comunidades”, dijo Benedicto durante su mensaje tradicional de ayer domingo a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
Sin embargo, esa libertad “se encuentra todavía lejos de estar garantizada en todo lugar”, añadió el pontífice.
“En algunos casos, se niega por razones religiosas o ideológicas; otras veces, aunque se le reconoce en el papel, se le obstruye en la práctica por el poder político o por el predominio cultural del agnosticismo y el relativismo, lo que es aún más erróneo”.
Entre las naciones sobre las que el Vaticano expresó preocupación figura Irak, donde la constitución promete libertades religiosas para todos, pero señala que el Islam es “una fuente fundamental” de legislación para el país.
La Santa Sede ha presionado también en busca de mayores libertades religiosas en China, y el Papa ha exhortado a Pekín para que permita que los aproximadamente 12 millones de católicos en el país se congreguen bajo los preceptos de Roma. En China sólo se permite participar en iglesias controladas por el gobierno, aunque muchos católicos pertenecen a iglesias consideradas clandestinas.
China ha respondido que el Vaticano no debe interferir en los asuntos internos del país asiático, y que la Santa Sede debe romper relaciones con Taiwán, el rival acérrimo de Pekín. Algunos jerarcas eclesiásticos han sugerido ya que la Santa Sede podría cumplir con esa condición.
La agencia AsiaNews, afiliada al Vaticano, informó esta semana que la Policía china había detenido a seis sacerdotes en el municipio de Zhengding. Dos de los clérigos fueron golpeados, según el reporte.