EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Hablar detalladamente de los métodos y de los medios aplicables al logro de la paz y del bienestar mentales es una tarea sumamente difícil.
Pero Marco Antonio Karam, presidente y fundador de Casa Tíbet México, lo hará fácil en la conferencia Salud Mental Óptima: Una Puerta a la Felicidad, que ofrecerá mañana.
La cita es en punto de las 6:00 de la tarde en las instalaciones del Museo Regional de La Laguna, ubicado en el interior del Bosque Venustiano Carranza.
La propuesta fundamental de Karam es trabajar con los procesos internos de la psique, comúnmente sumidos en el sopor de las neurosis, de las actitudes y emociones perturbadas.
Esto considera que las soluciones fundamentales a los problemas de cotidianos de la vida no pueden ser halladas únicamente en el interior del ser, donde se encuentran las herramientas necesarias para desarrollar los mejores potenciales y alcanzar la felicidad.
En esta magna conferencia se examinará a fondo el terrible ?veneno? representado por la ignorancia, así como la confusión resultante que nubla la mente. ?Somos lo que pensamos?, sugiere esta perspectiva vital.
La historia y fundación de Casa Tíbet México se encuentra ligada de forma significativa a la personalidad de su fundador Marco Antonio Karam. Desde temprana edad manifestó un interés marcado por todo lo tibetano y en particular por su tradición espiritual. Interesado en el estudio y práctica de ese sistema de pensamiento, llevó a cabo estudios académicos en diversas instituciones internacionales, bajo la dirección de importantes budólogos occidentales y académicos tibetanos, culminando en la creación de Casa Tíbet México.
Responsabilidad
La perspectiva de Casa Tíbet propone que el ser humano debe trabajar para crear un mundo mejor, en donde el amor y la compasión sirvan para trascender, teniendo cinco compromisos básicos.
1. Proporcionar a la comunidad en general medios efectivos de transformación personal
2. Compartir la vasta herencia de sabiduría de la tradición budista tibetana, en donde el cultivo del intelecto y de la intuición son de igual importancia.
3. Inculcar una actitud de excelencia humana, cuyo fin sea el alcanzar una sabiduría y comprensión integral del mundo en beneficio de los demás.
4. Construir un enlace amable entre los universos de la ciencia y el humanismo, por medio de un diálogo ecuménico interdisciplinario.
5. Fomentar en el individuo, como parte del proceso educativo, una actitud de servicio y compromiso social.
FUENTE: Casa Tíbet México