Londres, (EFE).- La Justicia británica absolvió a un policía jubilado que mató a su esposa, enferma terminal, cortándole las venas, tras pactar con ella un suicidio que debía acabar con la vida de ambos.
Brian Blackburn, de 62 años, quedó en libertad porque actuó como un "marido enamorado" que atendió la petición de su mujer, Margaret, a quien le quedaban pocas semanas de vida, según un juez del tribunal penal de Old Bailey, en Londres.
Tras cortarle las venas y asegurarse de que había fallecido, el jubilado intentó quitarse la vida de la misma forma, tal como habían acordado, pero su sangre coaguló y, en seguida, llamó a la policía para confesar lo que había hecho.
Margaret padecía cáncer de estómago, pero en ningún momento solicitó atención médica para poder dedicarse a su trabajo en un centro de enfermos terminales y por su aversión a las intervenciones quirúrgicas.
"Entiendo que la relación que tenías con ella era de amor, por lo que no voy a enviarte a prisión", declaró el juez durante la vista dirigiéndose a Blackburn.
La pareja contrajo matrimonio en 1998, después de que él se quedara viudo al morir de cáncer de pecho su anterior mujer.
La eutanasia está penalizada en el Reino Unido con penas de prisión.