EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Abrió la puerta y la imagen fue impresionante. Celia vio cómo el sujeto con el que vivía en unión libre, manoseaba a su hija de 15 años. Él tenía ya varios años haciendo lo mismo, sin que la jovencita dijera nada, ya que la tenía amenazada de muerte.
Luego de una revisión, el doctor del Servicio Médico Forense (Semefo), constató que la menor de edad, ya había sido penetrada, pero no recientemente. La adolescente aseguró a las autoridades que su padre tenía aproximadamente cinco años haciendo lo mismo: la acariciaba por todo el cuerpo.
El presunto responsable es Manuel López Morones, de 53 años de edad, con domicilio en el ejido La Paz. Los hechos sucedieron alrededor de las 21:00 horas, cuando elementos de la Secretaría de Protección y Vialidad, detuvieron al individuo.
De acuerdo a la versión emitida por la madre, al sujeto no le importaron los hechos. Asegura que luego de descubrirlo, él pidió que no hiciera caso, que no había pasado nada. ?Tú no has visto nada?, le dijo Manuel a su mujer.
Luego, Celia se enfureció. Agarró a Manuel y no lo dejó salir de la casa, sin embargo, la intervención de sus hijas, permitió que él se fuera. Tomó su camioneta y se dirigió a Lerdo, sin saber que detrás de él, ya iba toda su familia que lo seguía a bordo de un taxi.
Después de visitar la Ciudad Jardín, se regresaba a Gómez Palacio por el Periférico. Al llegar a la gasolinera Chapala, es interceptado por Celia y las demás hijas. Luego de una conversación, logran convencerlo de regresar a casa sin sospechar que ya habían dado parte a las autoridades.
A la altura del puente Tlahualilo, elementos de la Policía Preventiva lo detienen, llevándolo a la cárcel municipal. Manuel asegura que nunca haría eso a una de sus hijas y retó a sus familiares a comprobarlo.
De acuerdo a información proporcionada por el agente investigador del Ministerio Público, Álvaro Meléndez Hernández, de Delitos Diversos, mesa I, anteriormente, Manuel ya había hecho lo mismo con una de las hijas de Celia, pero que ésta no le creyó.
La madre de las jóvenes admitió que nunca hizo caso de los señalamientos que hacía su descendiente en contra de Manuel, razón por la que posiblemente, dice, ella decidió irse de la casa a temprana edad.
La madre de la joven ultrajada, dijo a los medios de comunicación que Manuel nunca ha bebido, ni fumado y que es apicultor. Además mencionó que la unión libre en que vivían era muy inestable porque a veces no iba a la casa en varios días, ya que al parecer tiene otra familia.
