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México, DF.- En los últimos años, China ha aumentado de manera considerable su peso en la economía mundial en diversas magnitudes, en especial producción, comercio internacional e inversión extranjera directa. En términos del producto interno bruto (PIB), medido a precios corrientes, China es la sexta economía más grande del mundo, después de Estados Unidos, Alemania, Japón, Reino Unido y Francia, y con fuerte presión por parte de la India y Rusia.
De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero, en 2004 China ya era el principal consumidor mundial de acero, cobre, estaño, zinc, platino, y mineral de hierro. En algunos casos, el fuerte impulso de sus importaciones modificó la tendencia de los precios internacionales, como en el caso del acero.
La continua expansión de las manufacturas, que representan un 55 por ciento de la producción total, ha sido el principal detonante de este proceso, y está dejando de ser un importador de acero, para convertirse en exportador.
Con tendencias a un fuerte ritmo de producción que trae como consecuencia un desequilibrio del mercado internacional. La producción mundial creció a una tasa de 8.8 por ciento en 2004, encabezada por China, llegándose a producir 1,035 millones de toneladas, cifra récord, y la producción en ese país se incrementó en un 23 por ciento. Los asociaciones de productores de acero del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) han manifestado su inquietud por la sobreproducción china y por las prácticas ilegales de comercio que realice ese país, ya que el acero en China tiene subsidio del Gobierno, los productores llegan al grado de pensar en una cortina anti-acero subsidiado y precios de dumping.
Sin embargo, la producción de los países integrantes del TLCAN creció en 2004, con 174 millones de toneladas, representando un crecimiento del 13 por ciento.
Pero a la vez, también crecieron las importaciones de acero un 58.8 por ciento, lo que se tradujo al 17.2 por ciento del consumo de Estados Unidos, Canadá y México.
El problema radica en el consumo interno, ya que se tomaron medidas de los compradores para protegerse del alza, pero en realidad crecieron sus inventarios y el mercado no ha respondido como se esperaba. Lo que contrapone las recomendaciones de los consultores en los procesos de innovación de las empresas para tener una rentabilidad sostenida y bajos inventarios.
Dadas estas condiciones, China se ha constituido como una pieza clave de la economía mundial, así como también un referente importante en las estrategias de producción de las principales empresas transnacionales del mundo. Hoy se encuentran instaladas en China estas empresas por la apertura que ha otorgado el gobierno de ese país para transformarse en una economía de mercado.
Y las intenciones de las compañías están acompañadas de metas ambiciosas de crecimiento, con las que proyectan convertir al país oriental en una potencia industrial para el 2010 y una potencia tecnológica para los próximos 10 años.
A partir del año 2000 se registró un crecimiento acelerado, con lo cual las importaciones chinas desde la región se elevaron a casi 5,400 millones de dólares y 21,668 millones de dólares en el 2004.
México representa el diez por ciento, con 2,100 millones de dólares con una tasa de crecimiento anual del 42 por ciento entre 2000 y 2004. Las exportaciones siderúrgicas mexicanas alcanzaron durante el 2004 su nivel más alto de los últimos 13 años, al sumar ventas al exterior por 4 mil 120 millones de dólares en el lapso enero-noviembre, de acuerdo con el Banco de México.
El monto fue 47 por ciento superior al registrado en igual periodo del 2003, derivado de los altos precios de cotización del acero, a raíz de la mayor demanda en el mundo.
El repunte de las exportaciones acereras fue especialmente en el hierro o acero en perfiles, cuyas ventas al exterior alcanzaron un monto histórico de mil 667 millones de dólares con un crecimiento anual de 68 por ciento en el último año.
Más protección
China podría elevar el año próximo el arancel a la exportación de cátodos de cobre refinado, en un esfuerzo por enfriar las inversiones en el sector, dijeron ayer funcionarios de la industria.
Por medio del aumento del arancel se reducirán las exportaciones de cobre refinado y como consecuencia se debilitará la demanda del metal importado de China, el mayor consumidor mundial del metal.
?Las exportaciones de cobre podrían pagar un arancel mayor?, dijo una fuente cercana a la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, el organismo planificador del país.
Funcionarios de la industria dijeron que el planificador estatal estaba proponiendo a Pekín incrementar en 2006 el impuesto a las exportaciones de cobre a 20 por ciento, frente al cinco por ciento actual. ?Algunos departamentos pueden tener esa idea. Por ahora, no tenemos planes de cambiar el gravamen?, dijo un funcionario del Ministerio de Finanzas al referirse a las exportaciones de cátodos. No descartó que las circunstancias puedan cambiar el rumbo.
China, sediento de energía, importa alrededor de un tercio de su cobre refinado y dos tercios de su concentrado de cobre, a partir del cual se produce el metal rojo. Los precios récord del cobre alientan a las fundidoras a expandir su capacidad y a los inversores a construir nuevas plantas, elevando potencialmente la demanda china de concentrado de cobre importado y su consumo energético.
Un funcionario de la Oficina Estatal de Reservas ha dicho que las ventas de reservas de cobre para dominar los elevados precios formaba parte de la política de Pekín para enfriar las inversiones en la capacidad de fundición de cobre.
La oficina ha vendido en lo que va del mes 61 mil 500 toneladas de cobre en los mercados domésticos de futuros y al contado y venderá otras 20 mil toneladas el 23 de noviembre.
El organismo planificador ha dicho que la capacidad de fundición de China se espera que aumente en 2.05 millones de toneladas con respecto al año pasado, a 3.7 millones de toneladas para fines de 2007.
?Las fundidoras no podrán exportar cobre?, dijo un funcionario de una fundidora en el norte, refiriéndose al arancel de exportación propuesto de 20 por ciento.
China exportó 68 mil 474 toneladas de cobre refinado entre enero y septiembre, un 40.9 por ciento menos que hace un año.