Hubo un tiempo en que el mundo identificaba a México con Acapulco, favorito de Hollywood. Hoy en cambio, ninguna promoción turística internacional, sobre todo del Gobierno, menciona el nombre que fue sinónimo de paraíso.
¡Ni hay vuelos directos, a no ser del ser DF! Ya no es negocio para políticos neoliberales. Lo fue y mucho para los priistas, para el presidente priveracruzano Miguel Alemán que lo lanzó en grande, pero al que le faltó visión urbanística.
Empezó por plantar su propio hotel Hilton- hoy se llama Emporio y pertenece a un grupo veracruzano también -, en la arena, en vez de construir una avenida costera que bordeara la que Ricardo Garibay llamó “la bellísima bahía”.
El puerto hubiera sido magnífico, pero... un reglamento de construcción es algo desconocido aquí. Se construyen horrores -como el espeluznante multifamiliar de ricos televisos al pie de Las Brisas, cuyo arquitecto, vox populi, al verlo terminado quería suicidarse (lástima que no lo hizo dentro y voló su aberrante “Infonavit”) o como el tétrico Oceánic 2000. Hoy la plaga de casas Geo, de los Gómez Mont ¿con el gober? arruina al Acapulco Diamante.
Los sucesivos grupos políticos saquearon Acapulco y aliados con los caciques se quedaron con lo mejor. Y todas las dependencias federales tienen aún metida la patota y no hacen nada. Sólo explotan lo poco que le queda a Acapulco.
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Lo que les importa es otro business, en otras playas, como las que venden a extranjeros por 70 pesos el metro o la nefasta Escalera Náutica que hace la neoliberal Sectur a través del agente de Bienes Raíces de los gobernantes, el Fonatur, hoy manejado por John McCarthy, que lleva bien su nombre, para arruinar el Mar de Cortés, o las decenas de fraccionamientos de golf todos iguales a lo largo de nuestras costas o la bahía virgen que compró Fox.
Oiga, por cierto, ¿desde cuándo en México se pueden comprar bahías o islas, como la de Fox y la de Roberto Hernández?
El negocio portuario se lo voló Manzanillo a Acapulco y en cuanto a la pesca, pues los supers traen pescado congelado de China. ¡Y cómo hay peces! Los domingos de snorkel veo cada vez más especies en las rocas de la bahía, de la Roqueta y de Puerto Marqués. Pero la leyenda negra dice que no hay nada y que en la bahía, no hay que nadar aunque los menos ignorantes lo hacemos diario y con deleite.
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Aquí también hay complot de puertos rivales y otros y no porque en Acapulco gobierne el PRD. Aquí los perredistas son tan deleznables como los priistas y los panistas, que afortunadamente no son más de cinco. Según dicen los fieles acaextranjeros, que año con año viven aquí el invierno: “Sabemos que es una decisión de su Gobierno dejar a Acapulco sólo para la gente de México City”. “Hasta el clima, que los canadienses consideran el mejor del mundo, le regatean a Acapulco.
Hay un tipo de Televisa, “Odiado” Ramírez, que con el Sol más brillante y el Pacífico haciendo honor a su nombre, es capaz de inventar cualquier huracán. Fue feliz con el “Paulina” y suspira por otro.
También hay que reconocer que los ciudadanos tienen un lamentable complejo de “borreguez” y que no exigen a las autoridades, por ejemplo que no hagan obras en la Costera y la Escénica la víspera de Navidad, creando caos vial, que no cierren el agua en temporada alta, que le quiten a políticos los cientos de autobuses y taxis con los que lavan su dinero.
Bueno, ni siquiera le piden al alcalde López Rosas que barra la ciudad, que es una vergüenza general, aún en colonias de cierto prestigio y alto predial como Costa Azul. ¡Ah, pero contrató un misterioso servicio de Puebla para la basura! Ya no hablemos de buen gusto y de visión para hacer el puerto atractivo para el buen turismo.
El anterior alcalde, Zeferino, hoy candidato a gobernador hizo de la Costera una hilera de gasolineras y de supermercados infames a los que, dicen algunos, se ocupa de surtir pues conoce el negocio. Fue un alcalde lambiscón con el Gobierno. Cuando después del “Paulina” la Comisión Nacional del Agua vino a hacer obras para el drenaje fluvial, no se atrevió a exigir a la CNA que las hiciera bien y completas.
Hasta permitió que cambiaran el curso de un arroyo natural en beneficio de un concesionario playero protegido del cacique Figueroa. El seis de febrero hay elecciones en Guerrero y Z quiere ganarle al priista Astudillo, arropado por el cónclave unido y financiado por el siempre cacique, que también ayuda a Z al que encumbró a la alcaldía. Uf. Aquí se puede nadar, pero no votar. Por eso conservo mi credencial chilanga.
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La mochería priva en Acapulco. Muy perredistas y priiistas los acapulqueños pero en Aca reina el arzobispo “Jalisquillo”, Aguirre Franco, enemigo de Samuel Ruiz en Chiapas y que aquí acabó con las miríficas bodas a la orilla del mar, único gran negocio que le quedaba a Acapulco con gran derrama y fama. Hablan pestes de él, pero le besan el anillo en público y lo invitan “de cajón” a todo, así sea ceremonias “ciudadanas”, con el gobernador René Juárez, concuño de Montiel, que termina sus discursos con un “que Dios los bendiga” y con el alcalde perredista “Rompelozas”, que es su acólito.
Esto se dio el 19 de enero en el cambio de presidencia del cuarentón “Grupo Aca”, una asociación ciudadana, “pero también del Gobierno”, dijo el presidente saliente y “laica”, dijo incongruente la brillante presidenta entrante, Eloína López Cano. Si es laica ¿ por qué invitó al obispón a sentarse en el presidium?
Y con todo esto y más, como dijo Echeverría, que le dio al puerto el Centro de Convenciones además de la siniestra Guerra Sucia: “No han podido acabar con la belleza de Acapulco”. La disfrutamos los acapulqueños natos, los migrantes europeos y gringos y naturalmente los mexicanos que aquí elegimos residir. Oriunda de la “Ciudad de la Esperanza”, antes “La Región más Transparente”, vi por primera vez el mar en Acapulco y ahora sé que entonces decidí vivir aquí.
A lo largo de la vida, fui y vine y cada vez, al regresar a Tenochtitlan, se me desgarraba el corazón por la separación del mar. Por fin cumplí mi autopromesa infantil en este siglo e intento lo posible por Acapulco, pero como no tengo tribuna local (todos los periódicos aquí sirven a algún político) habrá en mi página www. manu-dornbierer. com. mx (está siendo renovada) una nueva sección abierta a todos: “Acapulco. Net. . . A, hoy presentada en este espacio. Están, lectores, invitados al puerto y a la página.
