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MÉXICO, DF.- Amigas, más que hija y madre, Jade Jagger y Bianca Pérez Morena de Macías saben que el trabajo es una prioridad y conocen bien los sacrificios que requiere.
Pues mientras Jade Jezebel Jagger, la única hija que Bianca procreó durante su matrimonio con el cantante Mick Jagger, la leyenda de los Rolling Stones, se encuentra en Sydney, Australia, para participar en el Mercedes Fashion Week Australia, su madre celebró el domingo sola su 60 cumpleaños en Nueva York.
En la actualidad las dos desarrollan actividades diferentes, Bianca es una notable defensora de los derechos humanos y la protección del medio ambiente y Jade tiene un nombre propio en el mundo de la joyería, sin embargo, hace algunos años ambas participaron en un desfile de moda del diseñador Charlie Brown, quien en aquella ocasión logró juntarlas con la actual esposa del conocido Rolling Stone, la ex modelo texana Jerry Hall.
En esta ocasión no fue solamente la amistad con el diseñador el principal motivo de Jade para viajar a Australia; mucho menos el dinero, pues no le hace falta.
Su creatividad para los negocios le permite rodearse de gente que conoce a fondo el asunto, por ejemplo, es directora creativa de Garrard, la casa de joyas real británica más cara y lujosa.
Todo parece indicar que su presencia coincide con la promoción de los exclusivos diseños que el francés Philippe Strack desarrolló para Yoo, la lujosa marca de Jagger, y de los cuales la mayoría se distribuye en Australia.
Así que la mujer de 33 años aprovechó la invitación tan especial que Charlie Brown le hizo y voló hasta allá sólo con su novio, el músico Dan Williams, dejando a las dos hijas de ella, Assis de 14 años y Amba de diez, y al hijo de él en casa, una antigua granja con 500 años de existencia en la isla española de Ibiza.
Así tendrá todo el tiempo necesario para trabajar, lo que indica que cuando se trata de negocios no hay nada más importante.
Jade heredó el gusto por la vida glamorosa y los amigos del "jetset" de su madre, lo cual le ha valido el sobrenombre de "chica salvaje de las fiestas", imagen nada alejada de la de
Bianca en los años 70, cuando organizaba escandalosos festejos en el Studio 54 de Nueva York al lado de Andy Warhol y Liza Minelli.
De hecho, la mujer de origen nicaragüense nacida en 1945, trató de cultivar una imagen intelectual y sofisticada, un poco parecida a la de Jade hoy en día.
A los 16 años, Bianca ganó una beca para estudiar en la universidad parisina de La Sorbonne donde cursó Ciencias Políticas, mientras estudiaba conoció a Mick Jagger, quien actuó allí en un concierto. Fue amor a primera vista.
En mayo de 1971 se casaron en Saint Tropez y en octubre nació Jade. Tras ocho años de loco matrimonio con el cantante, conocido por sus relaciones extramatrimoniales y el consumo de drogas, Bianca se hartó y presentó la demanda de divorcio. Ahora radica en Nueva York.
Por su parte, ahora Jade parece mantener una doble personalidad, se reúne con amigos como Elle Macpherson, Kate Moss y Sadie Frost; sin embargo, cuando se le cuestiona acerca de su vida bohemia asegura: "No soy tanto una chica de fiestas, pero cuando te ven en ellas, esa es la percepción. Soy buena para divertirme y trasnocharme, pero también para levantarme temprano y llevar a mis hijas a la escuela".
Jade es amante de las joyas desde muy pequeña y aunque puede pensarse que su nombre deriva de una de ellas, lo cierto es que se trata del peculiar coche verde que sus padres conducían en plena fiebre disco setentera, cuando ella fue concebida.
Por otra parte, la chica considera que es la mezcla perfecta de sus progenitores. De su padre, alguna vez declaró, heredó el amor por el trabajo y de su madre, su belleza. Pero a pesar de la fama de sus padres, Jade decidió buscar su propio camino profesional alejada de las actividades de ambos.
Al parecer fueron las joyas que su padre le regaló a Bianca la fuente de inspiración y su motivación para dedicarse al diseño de este tipo de objetos.
Al principio se divertía creando bolsas y pequeños accesorios e incluso quiso ser modelo, pero pronto encontró su verdadero camino.
Hoy compagina su trabajo con su vida familiar, trabaja desde su estudio ubicado en su casa de España, pero viaja frecuentemente a Notting Hill.
Jade ama los diamantes y los utiliza con frecuencia en sus diseños.
Cuando empezó a trabajar en la firma Garrard, los directivos se mostraron encantados con ella y afirmaron que había aportado un aire fresco y de vanguardia a sus diseños tan clásicos.
Las espadas, escudos y coronas son algunos de los elementos clásicos que Jade ha incorporado a pulseras y collares. En su momento, señaló que no se trataba de una irreverencia sino de una expresión de la influencia en su diseño de la cultura inglesa.
Gracias a su afinidad a estos motivos "reales", algunos periodistas la cuestionaron sobre si diseñaría las futuras coronas de la monarquía inglesa y ella señaló que le gustaría mucho más diseñar el anillo de compromiso que dará algún día el príncipe Guillermo.
Una de sus colecciones más exitosas ha sido la de Wings, para la cual utilizó oro y diamantes. Esta colección tiene como tema central unas pequeñas alas de oro en las que los diamantes simulan ser las plumas.
Jade no es amante de hacer joyas ostentosas, "trato de hacer diseños limpios, que lleguen a mucha gente", ha comentado.
Tal vez, mucho más que un famoso apellido, éste sea el verdadero secreto de su éxito.
