Tras las rejas el que mató a un joven de una pedrada y el que asesinó a taxista de 8 puñaladas
El Siglo de Durango
Elementos de la Policía Ministerial lograron aclarar los dos últimos crímenes violentos ocurridos en esta ciudad; se trata del asesinato de un joven que recibió una pedrada en la cabeza y la ejecución de un anciano al que se encontró muerto, atado y amordazado en el interior de su humilde vivienda.
De acuerdo a las indagatorias que llevó a cabo la corporación policiaca, Miguel Ángel Ibarra Ceniceros, de 28 años de edad, y José Manuel Castro Segovia, de 20 años, fueron detenidos al comprobar su presunta responsabilidad en los homicidios del joven que fue muerto por una pedrada en la colonia Benjamín Méndez y del taxista asesinado a apuñaladas. Al parecer estos crímenes tienen el mismo móvil: ?viejas rencillas?.
Las primeras investigaciones del homicidio de Julio Abraham Hernández Victorino, quien fue encontrado muerto la noche del lunes en la esquina de las calles Trabajo Social y Del Riel en la colonia Benjamín Méndez, arrojan que todo inició a raíz de una discusión porque Miguel Ángel le reclamó a Julio sobre la participación en la muerte de un familiar del ahora occiso.
Al enojarse los dos, la noche de este lunes empezaron a golpearse, pero como Miguel resultó más hábil para los golpes, sometió a Julio hasta el grado de quedar casi inconsciente en la calle.
Sin embargo, Julio no quedó conforme e incluso amenazó a Miguel al grado de gritarle: ?te voy a matar?, y acto seguido tomó una piedra de por lo menos cuatro kilos y sin ningún remordimiento la dejó caer en el rostro, quedando este último instantáneamente sin vida.
Transcurrieron solamente tres días para que el Grupo de Homicidios de la Procuraduría General de Justicia del Estado diera con Miguel Ángel, pues se había estado escondiendo con amigos y familiares.
El homicida tiene su domicilio cerca del lugar en donde ocurrieron los hechos, por lo que también era conocido por los vecinos y familiares de Julio, algunos de los cuales dieron datos importantes que permitieron el esclarecimiento del caso.
CRIMEN EN AGRAVIO
DE TAXISTA
José Manuel Castro Segovia, de 20 años de edad, es señalado como la persona que ultimó al taxista Juan Manuel Vargas Herrera, de 40 años de edad, de ocho puñaladas en tórax y abdomen.
El ahora homicida había ingresado al Hospital General con lesiones no profundas en la pierna del lado izquierdo, después de que un sujeto que al parecer lo preveía de droga lo hirió al no llegar a un acuerdo sobre la forma de pago de unas dosis de enervante.
Los hechos en donde perdió la vida el trabajador del volante ocurrieron en los primeros minutos de este jueves, cuando José Manuel Castro se encontraba por el bulevar Francisco Villa y le hizo la parada a un ecotaxi que coincidentemente conducía Juan Manuel Vargas Herrera con quien tenía viejas rencillas.
El pasajero reconoció a su enemigo hasta que estuvo dentro del vehículo y de inmediato empezaron a discutir.
Los insultos entre los viejos rivales subieron de tono y el pasajero invitó al taxista a parar la unidad motriz y lo retó a golpes, lo que el taxista aceptó.
El trabajador del volante se trasladó al oriente de esta ciudad, y acto seguido le abrió la puerta Juan Manuel, amenazando con que lo iba a matar con un cuchillo que traía en sus manos, por lo que se suscitó nuevamente un enfrentamiento dentro del vehículo, donde quedó sin vida Juan Manuel al ser sorprendido por su enemigo que le asestó hasta ocho puñaladas en diferentes partes del cuerpo.
Enseguida, el asesino arrastró el cadáver de su enemigo dejándolo abandonado en las inmediaciones del fraccionamiento San Luis y se retiró del lugar a bordo del taxi que conducía Juan Manuel.
Después, el homicida con arma y sangre en el interior del taxi tipo Atos, se dirigió a la colonia Isabel Almanza a buscar a Filemón Contreras Rojas, quien presuntamente se dedica a vender droga.
Sin embargo, al no llegar a un acuerdo con el ?puchador?, ya que José Manuel pretendía pagarle con el equipo de sonido del taxi, riñó porque no le aceptaron la forma de pago de la droga, epro en esta ocasión si resultó afectado ya que con un desarmador Filemón le ocasionó dos heridas, una en la pierna y otra en el tórax, aunque de poca profundidad.
Al sentirse herido, José Manuel solicitó el apoyo de unos taxistas y de elementos de la Cruz Roja para recibir los primeros auxilios y que después recibiera atención médica en el Hospital General.
Sin embargo, agentes de la Policía Ministerial, al investigar la agresión sufrida por esta persona y revisando el vehículo del servicio público que habían encontrado momentos antes, encontraron sangre que no pertenecía al lesionado y tras intensos interrogatorios, éste terminó por declarar pormenorizadamente los hechos, por lo que de allí se derivaron las indagatorias que dieron como resultado el esclarecimiento de la muerte de Juan Manuel.
