EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Acoso escolar o bullying/Las laguneras opinan...

María Isabel Cobo Celada

Siguiendo la temática de mis compañeras de esta columna semanal sobre la violencia, debido a la preocupación de padres y abuelos que así nos lo han manifestado, reproduzco un texto en el cual, la doctora española Trinidad Aparicio Pérez, psicóloga clínica y psicóloga escolar, explica el tema del acoso escolar llamado bullying.

Este tema, es de suma actualidad en sociedades mas avanzadas por ser un gran generador de violencia, el cual al leerlo se explica por si mismo.

“Hay niños que tienen miedo de ir al colegio porque reiteradamente están siendo víctimas de la intimidación y el acoso de algunos de sus compañeros. Es muy importante saber si en el centro escolar se están produciendo estas actitudes agresivas para tratar de resolverlo. Veamos a continuación los rasgos más característicos del acosador y de la víctima, y qué medidas podemos tomar para evitar el bullying.

¿Qué es el acoso escolar o bullying? El acoso escolar es una forma de agresión reiterada que un niño o grupo de niños ejercen sobre otros a través de la intimidación física, verbal o emocional, con la intención de causarle daño o miedo.

Normalmente la violencia que ejercen los niños es física: pegar, golpear o empujar, mientras que la que ejercen las niñas es sobre todo verbal y emocional. Ellas suelen ridiculizar, insultar y aislar o dar de lado. Es un tipo de agresión más sibilina pero el efecto es el mismo, amedrentar y atemorizar a la víctima, con el único objetivo de sentirse fuerte sobre otros.

Aunque esos son los tipos de abusos más habituales, también ocurren, aunque con menos frecuencia, las amenazas con armas, aquellas en que se obliga al niño a realizar acciones que no desea y el acoso sexual.

¿Cual es el perfil del acosador? El ambiente en el que vive el niño tiene una influencia casi decisiva en su comportamiento. Muchas veces son víctimas de abusos y malos tratos, carecen de afecto y se educan en un entorno familiar problemático, en los que es habitual la falta de atención y control de los padres.

Son niños que no se sienten queridos y que tratan de suplir esta carencia, utilizando la violencia como medio para conseguir cosas, alcanzar protagonismo o sentirse respetado. En el fondo, tienen un nivel de autoestima muy bajo y un sentimiento hostil hacia los demás, descargando sobre sus compañeros sus frustraciones y problemas.

Pero como estos niños no actúan solos, nos encontramos con aquellos otros que el acosador utiliza para llevar a cabo sus acciones, actuando como sicarios de él. En principio, lo hacen porque son débiles e inmaduros y se dejan llevar, o porque sienten miedo de ser ellos las víctimas. Pero con el tiempo lo harán por placer o para mantener la amistad del acosador. Si no cesan en sus acciones, llegarán a convertirse en auténticos acosadores.

Normalmente, buscan aquellas víctimas que ellos consideran más vulnerables. No es necesaria la provocación. Ellos actúan sin motivo, tan sólo para satisfacer sus necesidades de violencia y el placer que les produce la humillación y el trato vejatorio en sus víctimas. Así se sienten poderosos.

¿Cual es el perfil de las víctimas? Puede ser cualquiera pero sobre todo se fijan en los más débiles. Niños inseguros, tímidos, introvertidos o que tienen alguna característica física que les diferencia del resto como ser gordo, bajito, llevar gafas o sacar muy buenas notas.

Los niños víctimas del acoso tienen miedo de ir al colegio y de encontrarse con sus agresores. Se sienten desprotegidos e indefensos ante ellos y observan cómo sus compañeros permanecen quietos, sin defenderles ni ayudarles ante esta situación. Tal vez porque ellos también les tienen miedo.

El lugar donde esto ocurre es en las proximidades de los centros escolares o en el interior de los mismos, bien en los sanitarios, pasillos, patio o en las aulas. En algunos casos sucede incluso delante de los profesores, sintiéndose muchas veces incapaces de resolver el problema. Por esta razón, el niño se siente aún más solo y desprotegido, comprobando cómo los profesores y el centro escolar generalmente no logran resolver el problema.

El efecto que el acoso puede causar en los niños es demoledor. Se convierten en niños temerosos y humillados, y afecta enormemente a su autoestima y equilibrio emocional, llegando incluso a pensar en el suicidio.

¿Qué podemos hacer? Si observas que tu hijo está siendo acosado, debes ponerlo en conocimiento del centro escolar para que conjuntamente puedan acabar con el problema.

Probablemente tu hijo no te lo cuente por temor a represalias mayores. Por eso, es importante que seas observador y si ves que repentinamente no desea ir al colegio, parece angustiado, ausente, tiene pesadillas o llega a casa con los libros rotos o con heridas, tal vez esté siendo víctima de un acoso.

Muéstrale tu apoyo y haz que desarrolle la seguridad personal necesaria para afrontar el problema y en caso extremo cámbialo de centro escolar”.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 140276

elsiglo.mx